" Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte..."
Obituario: PEPE ROMERO CULEBRAS
Nació en Villaverde y Pasaconsol, (Cuenca) el día 4 de octubre del 1942. Segundo de siete hermano@s. Cuatro mujeres y tres varones. Venancio, fallecido y Damián , Marista.
En aquellos tiempos hoscos, duros y difíciles de postguerra, llenos de miseria y pobreza, os podéis imaginar con siete hij@s, cómo se las apañarían sus padres para tapar tantas bocas en aquella tierra, fértil donde las haya, sí, pero con un clima frío y sin agua de regadío.
En aquellos tiempos hoscos, duros y difíciles de postguerra, llenos de miseria y pobreza, os podéis imaginar con siete hij@s, cómo se las apañarían sus padres para tapar tantas bocas en aquella tierra, fértil donde las haya, sí, pero con un clima frío y sin agua de regadío.
"VILLAVERDE Y PASACONSOL." Descripcion Clausura de la "Cátedra" de la Sección Femenina. Foto tomada: 9-12-1970. Procedencia: http://www.foro-ciudad.com/ |
En aquellos tiempos heroicos mucha gente tuvo que emigrar a Madrid, Barcelona, Valencia... a buscar trabajo. Otra solución era enviar niños al seminario y órdenes religiosas; también muchos se fueron a la Guardia Civil y policía,... Y monjas: llenaron los conventos de la provincia y parte del extranjero. Y de Cuenca salieron maestros para abastecer a media España; y eso con ayuda de particulares y de becas.
Así, pues, tenemos a Pepe en el Seminario Menor de Uclés. ¿Vocación, fe, necesidad, solución? Los designios del Señor son inescrutables.
Cursa Filosofía y Teología, en la capital, en el Seminario Conciliar de San Julián.
Ordenado en la catedral de Cuenca el día 10 de junio del 1.968.
Y, así, sin más, sin ninguna experiencia ni una preparación debida, a ejercer de maestro o director espiritual en unas parroquias. Anduvo, primero por la Serranía y después por la Mancha.
La formación de Cuenca no tenía nada que ver con la formación que se impartía en Valencia. La pobreza, engendra pobreza.
Como resulta que la gasolina del sacerdocio se le iba acabando, se preparó, por si acaso, otro trabajo.
Dejó las tierras conquenses y se vino a una parroquia de Valencia.
Piensa de una forma (quiere ser sacerdote) y siente de otra (el celibato impuesto, sin más, deseaba tener una familia) Fe y razón incompatibles. Es un dilema que le acarrearía más de un problema. No entendía cómo sacerdocio y celibato eran obligados por ley. Primera lucha.
Opta por dejar el sacerdocio. Pide la dispensa a Roma y el obispo Guerra Campos, la guarda debajo de un cajón de su despacho, sin darle salida. Harto de esperar su secularización, sintiéndolo mucho, se casa por lo civil. Otro problema.
¿Cómo empezó nuestra relación Valencia- Cuenca? Por COSARESE. Tenía una casa en el campo y, generoso como siempre, nos la cedió para nuestras reuniones con el fin de solucionar las pensiones de exsacerdotes y exreligio@s, que estaban en el aire.
Hace como unos 13 años, se le diagnosticó un cáncer de pulmón. Las esperanzas médicas fueron pocas. Luchó como un titán, aferrado a la vida contra viento y marea.
Seguía sin tener la carta de libertad, sin la dispensa. Ya no le hacía falta, pero quiso morir en paz con la Iglesia. Y, de nuevo fuimos a Cuenca, siendo sus testigos Juan y yo; se volvió a rehacer la petición - ya no estaba Guerra de obispo- y, poco después le vino concedida la tan deseada secularización. Quedó relajado, con paz interior y ¡ libre!
Esta Navidad estuvo, de nuevo, hospitalizado. Salió debilitado, sin fuerzas, cansado. Y empezó a tener miedo. A no querer estar solo. Y, aunque no se rindió, todos pensamos que ahora la cosa iba en serio.
El día 1 uno de marzo quiso que comiésemos con él Juan y yo. La mujer de Juan se ofreció a hacernos un potaje de Cuaresma, típico de Cuenca. Y jugamos a las cartas. Fue la última partida.
Así, pues, tenemos a Pepe en el Seminario Menor de Uclés. ¿Vocación, fe, necesidad, solución? Los designios del Señor son inescrutables.
Cursa Filosofía y Teología, en la capital, en el Seminario Conciliar de San Julián.
Ordenado en la catedral de Cuenca el día 10 de junio del 1.968.
Y, así, sin más, sin ninguna experiencia ni una preparación debida, a ejercer de maestro o director espiritual en unas parroquias. Anduvo, primero por la Serranía y después por la Mancha.
La formación de Cuenca no tenía nada que ver con la formación que se impartía en Valencia. La pobreza, engendra pobreza.
Como resulta que la gasolina del sacerdocio se le iba acabando, se preparó, por si acaso, otro trabajo.
Dejó las tierras conquenses y se vino a una parroquia de Valencia.
Piensa de una forma (quiere ser sacerdote) y siente de otra (el celibato impuesto, sin más, deseaba tener una familia) Fe y razón incompatibles. Es un dilema que le acarrearía más de un problema. No entendía cómo sacerdocio y celibato eran obligados por ley. Primera lucha.
Opta por dejar el sacerdocio. Pide la dispensa a Roma y el obispo Guerra Campos, la guarda debajo de un cajón de su despacho, sin darle salida. Harto de esperar su secularización, sintiéndolo mucho, se casa por lo civil. Otro problema.
¿Cómo empezó nuestra relación Valencia- Cuenca? Por COSARESE. Tenía una casa en el campo y, generoso como siempre, nos la cedió para nuestras reuniones con el fin de solucionar las pensiones de exsacerdotes y exreligio@s, que estaban en el aire.
Hace como unos 13 años, se le diagnosticó un cáncer de pulmón. Las esperanzas médicas fueron pocas. Luchó como un titán, aferrado a la vida contra viento y marea.
Seguía sin tener la carta de libertad, sin la dispensa. Ya no le hacía falta, pero quiso morir en paz con la Iglesia. Y, de nuevo fuimos a Cuenca, siendo sus testigos Juan y yo; se volvió a rehacer la petición - ya no estaba Guerra de obispo- y, poco después le vino concedida la tan deseada secularización. Quedó relajado, con paz interior y ¡ libre!
Esta Navidad estuvo, de nuevo, hospitalizado. Salió debilitado, sin fuerzas, cansado. Y empezó a tener miedo. A no querer estar solo. Y, aunque no se rindió, todos pensamos que ahora la cosa iba en serio.
El día 1 uno de marzo quiso que comiésemos con él Juan y yo. La mujer de Juan se ofreció a hacernos un potaje de Cuaresma, típico de Cuenca. Y jugamos a las cartas. Fue la última partida.
De regreso a casa me dijo que sentía la muerte cercana. Estoy en las últimas Mira, dile a mi hermana Encarna que quiero que me ponga en la caja el cáliz que me regalaron mis padres.
Cada día, cuando me despierto me digo: es posible que me muera hoy. Hay que vivir con alegría cada minuto. Ya no estoy apegado ni aferrado a mis libros, casa, dinero: todo, dentro de poco, no me va a pertenecer, ni tiene ya ningún valor. Vivimos equivocados. La única felicidad auténtica es el gozo de vivir. Todos queremos ser felices en todo momento, pero por ignorancia no lo conseguimos. Nada de lo que sucede fuera me interesa; la paz interior, una mente apacible es lo esencial.
Cada día, cuando me despierto me digo: es posible que me muera hoy. Hay que vivir con alegría cada minuto. Ya no estoy apegado ni aferrado a mis libros, casa, dinero: todo, dentro de poco, no me va a pertenecer, ni tiene ya ningún valor. Vivimos equivocados. La única felicidad auténtica es el gozo de vivir. Todos queremos ser felices en todo momento, pero por ignorancia no lo conseguimos. Nada de lo que sucede fuera me interesa; la paz interior, una mente apacible es lo esencial.
El día 2, de madrugada, empezó a toser fuerte y sangrar. Rápidamente lo llevaron a la Fe. Entró casi sin vida, exangüe. Murió hacia las dos de la tarde.
En los momentos postreros de su vida, vivió rodeado de sus familiares : herman@s, sobrin@s, amig@s. Y por su pareja, Mari.
Fue amigo de sus amigos, generoso, amigo de ayudar a los necesitados y un buen cristiano a remolque de los acontecimientos.
Quiso ser enterrado, en su pueblo, con sus padres. Y así se hizo el día 10 de marzo del 2013.
RIP: descanse en paz.
IN MEMORIAM, José Herraiz Martínez
Ha sido muy emotivo. No hemos podido leerlo sin emocionarnos. Lo único que espero es que este feliz en ese otro lugar junto con mis abuelos y mi tio. Lidia
ResponEliminaNunca te olvidaremos tío. Daniela te llamaba abuelo Pepe, cuando le dije que no te vería mas por que ta habías dormido para siempre me dijo: mama, lo voy ha echar mucho de menos, cuando llegue a casa le escribo una carta para que lo sepa. Y asi lo hizo, a su manera, con garabatos, pero la hizo. Muchos besos.
ResponEliminaAmigo Pepe: Accidentalmente me entero de tu muerte. Créeme que lo he sentido.
ResponEliminaHace tiempo que perdí el contacto contigo, pero fuimos grandes amigos en nuestros jóvenes años, teníamos la misma edad, y compartimos los primeros años en el Seminario de Uclés. Sé de tus luchas y dificultades en la vida. No conocía tu enfermedad, y ahora que has cumplido la última etapa, me quedo con tu bondad y tu recuerdo.
Pepe eres mi hermano e estado desde los 15 años contigo,para mi as sido como mi padre,me reñias cuando tenias que hacerlo pero muchas veces nos ibamos al cine juntos a ver esas peliculas que te parecian que eran buenas,ahora solo quiero que estes en el mejor sitio junto a nuestros padres y hermano y que me guardes un sitio junto a ti para cuando llegue mi dia de reunirme con vosotros.te quiero mucho.Encarna
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