La idea de las Marchas de la Dignidad nació para exigir la recuperación de los derechos, y la eliminación de los recortes. Se ha organizado en cada territorio por voluntarios procedentes de plataformas sociales en régimen horizontal y asambleario. No se ha necesitado líderes, ni apoyo de aparatos de partidos o sindicatos para construir una gran organización. Ha sido una heterogeneidad unida y eficaz
Seis columnas, cargadas de esperanza y espíritu solidario caminaron hacia Madrid superando el cansancio y compartiendo vivencias e ilusiones con la gente de cada pueblo. Confluyeron, coloristas y vitales, indignadas pero festivas, en el Paseo del Prado con los que les estaban esperando. Unos viajaron en más de 800 autocares autofinanciados, otros llegaron en trenes y coches. Miles de madrileños se unieron al cortejo.
Un número incontable de personas expresaban consciencia y entusiasmo. Se palpaba su fuerza colectiva y su alegría popular en el encuentro, sus banderas de todo tipo; e inundaban las calles sus gritos: LO PÚBLICO NO SE VENDE, SE DEFIENDE / NOS ARRASTRAN AL EMPOBRECIMIENTO Y LA PRECARIEDAD / LA CRISIS QUE LA PAGUEN LOS BANQUEROS / NO DEBEMOS, NO PAGAMOS / TERRORISMO ES NO LLEGAR A FIN DE MES / GOBIERNO, DIMISIÓN / COMIDA, TRABAJO Y TECHO…Fue un gran espectáculo de la vitalidad y la solidaridad de los pobres.
Cuando los 2´5 kilómetros hasta la plaza Colón, estaba a tope de gente empezaron los parlamentos de clausura. Se leyó el Manifiesto: “En 2014 nos encontramos en una situación límite, de emergencia social, que nos convoca a dar una respuesta colectiva y masiva… Millones de trabajadores sin empleo… derechos y libertades robados para favorecer los intereses de una minoría y asegurar sus beneficios… desmantelan la educación y la sanidad públicas, se apoderan de nuestras viviendas”.
Luego resonaron las palabras de un artista, una periodista y un representante por cada territorio. Cañamero decía “aquí está el pueblo, la mayoría silenciosa, firme para cambiar las cosas; la democracia sin trabajo, sin vivienda, sin derechos, es un sarcasmo; cuando los gobiernos gobiernan contra el 80% de la gente se colocan en la ilegalidad; el Gobierno maltrata al pueblo y los maltratadores tienen que ser juzgados; podemos cambiar las cosas, podemos tener un gobierno del pueblo; formemos un frente popular para derrotar a los gobiernos de derechas…” Estos días hemos conocido que España es el segundo país europeo con más pobreza infantil; 651 000 hogares sin ingresos, 44 000 en la Comunidad Valenciana.
Es que, como nos recuerda el profesor y economista V. Navarro: “El gobierno del Partido Popular es el más reaccionario de los existentes en Europa Occidental y uno de los más corruptos […], está desmontando el Estado de Bienestar y redistribuyendo la riqueza a favor de los poderosos a costa de las clases populares […] Y estas marchas (aquí están los herederos de las luchas que hicieron posibles los avances sociales y políticos) muestran claramente el agotamiento y fin de la inmodélica transición”.
Eran las 20´40 y la Orquesta solfónica interpretaba la novena sinfonía
de Beethoven cuando se produjeron las primeras cargas policiales en Colón. La policía no respetó el derecho de
manifestación concertado hasta las 21:30 horas. Justo para que el telediario no
mostrara las imágenes de la fiesta ciudadana, sino la violencia. Todo empezó cuando unos encapuchados,
que bajaban por la calle del Marqués de la Ensenada lanzaron cohetes a los
antidisturbios. No nos creemos la versión oficial porque ya hemos visto otras
veces a sus infiltrados encapuchados ayudando a los antidisturbios a esposar algún
manifestante , o provocar los enfrentamientos..
Son recientes las mentiras de los disparos de pelotas en Ceuta.
Además,
aún en el caso de que fueran alborotadores organizados quienes comenzaron los
enfrentamientos, los agentes antidisturbios están (les pagamos para ello)
precisamente para proteger el curso pacífico de la marcha y la seguridad de los
manifestantes, y no al contrario, para poner en grave peligro la integridad
física de los ciudadanos. Había muchas familias con niños, jubilados, etc.
Estamos en contra de cualquier violencia y
nos preguntarnos: ¿quién saca
provecho de la violencia?, ¿por qué existe tanta indignación y rabia? ¿No es la
calle el lugar del pueblo? ¿No se defiende el Estado de Derecho con las
manifestaciones? ¿Por qué los poderosos se sienten atacados?…
En
guerrilla urbana cientos de jóvenes se enfrentaron
a la policía. Por todos los medios se ha mostrado exhaustivamente toda
la “violencia de los jóvenes”, pero no
han mostrado la violencia policial, ni la
detención de jóvenes que no habían participado en los desórdenes. Se repite
que hay policías heridos, aunque levemente pero se silencia el joven que ha
perdido un testículo y el que ha perdido el 90% de la visión en un ojo.
Los grandes medios de comunicación españoles no tiene ojos para
ver la fuerza y la belleza de estas manifestaciones populares.
Silencian la verdadera violencia que ejerce el poder sobre los necesitados de
comida, empleo y techo. Rebajan la potencia de la
movilización hasta volverla insignificante. Y cuentan las cosas como si ellos
no formaran parte del pueblo. No son medios del pueblo sino de los grandes beneficiarios
del sistema impuesto que amordaza a los
informadores. El País da el número de 50.000 manifestantes. ABC publica la foto de
un encapuchado, piedra en mano. La Razón opta por sacar un palo de
manifestante. Las televisiones insisten en imágenes de pobres policías acosados
por centenares de violentos.
Entre el clásico Madrid-Barça y la muerte de
Adolfo Suárez, los medios españoles han encontrado la excusa perfecta para
ningunear la multitudinaria manifestación que tuvo lugar en Madrid, ayudando
así al Gobierno. Como en tiempos del franquismo, tenemos que recurrir a la
prensa extranjera para saber la verdad.
Parce clara la estrategia
gubernamental: primero, ignorar las marchas con un apagón informativo, pero
precalentar Madrid con un despliegue policial desmesurado (1700 refuerzos)
frente a supuestos peligrosos “rojos”; y
segundo, convertir el triunfo de una de las manifestaciones pacíficas más
grandes de la historia en un problema de orden público. Y ello con la contención
policial que permita recuperar buena imagen ante la supervisión de la OSCE
(Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa)
Los detenidos en comisaría recibieron trato
vejatorio (Público 29 de Marzo): los policias denunciaron con cargos falsos a
quienes no habían participado en la batalla, algunos pasaron siete horas de
cara a la pared con las manos levantadas, aguantando insultos, sin insulina que
necesitaba una diabética, sin agua, sin permiso para ir al servicio, y en total
oscuridad en los calabozos durante la noche.
El equipo de abogados del 22-M prepara la
denuncia de la Delegación del Gobierno de Madrid y a la Policía, que ha
impedido terminar la manifestación pacífica y ha agredido a los ciudadanos. ¿Se pueden suspender los derechos constitucionales sin estar en un Estado
de excepción? También se está preparando una reunión con los observadores de la
OSCE, a quienes se presentará testigos de lo ocurrido. “Los disturbios estaban
organizados por delegación del Gobierno de Madrid y por los mandos de la
Policía. No podían permitir que hubiera más de un millón de personas
manifestándose pacíficamente. No querían que en la prensa nacional e
internacional hubiera portadas señalando que un millón de personas en Madrid
pedía la dimisión del Gobierno”, explica Diego Cañamero, que añade que el
pacifismo de las marchas quedó demostrado durante las semanas que estuvieron
recorriendo toda la geografía española.
La Delegada del Gobierno, sobreactuando
como acostumbra, afirma que multará a los organizadores de las Marchas de la
Dignidad, cuando nada tiene que ver la manifestación con los violentos, y también
multará a las marchas (si consigue culpabilizarlas de algo).
El juez rebaja la acusación policial de intento de homicidio para uno de los detenidos por el cargo de lesiones, y prisión provisional, a la espera dela investigación. Por cierto que no se le conoce
violencia anterior. Los otros 18 detenidos quedan en libertad con cargos por atentado a
la autoridad y desórdenes. Veremos en que quedan las denuncias cuando
intervenga el juez.
Los organizadores de las marchas abren una Caja de Resistencia, que se destinará a pagar los gastos de la
movilización y las posibles multas.
Muchísima
gente ejerció su derecho a levantarse, porque la justicia no puede quedar
atrapada bajo la resignación. Y tanta vida y dignidad manifestada en M-22
tendrá un efecto germinal: la marcha hacia una democracia y una economía para
el pueblo.
La protesta en la calle es el camino para defender el Estado de Derecho.
Somos el pueblo, no el enemigo (M. Carmona, magistrada) Frente a la
criminalización y represión de la protesta social, desobediencia.
Como dice el catedrático Juan Torres (Público 25 Marzo) No podemos aceptar lo que quieren los poderes financieros: un próximo gobierno de consenso PP-PSOE que venza las resistencias a nuevos recortes. El sábado, el clamor de dignidad que inundó Madrid, debe extenderse por toda nuestra geografía, pacífica, democrática y alegremente. Es imprescindible que el espíritu y la forma de hacer de las Marchas se extienda por toda la sociedad, haciendo lo posible para que se acerquen a ellas todas las personas que con independencia de su origen, su ideología o su sensibilidad política sienten vergüenza por lo que viene ocurriendo en España y no están dispuestas a consentir más injusticia, más corrupción, más privilegios para los de arriba y más mano dura para los de abajo. Paralizarlo todo para paralizar la ignominia: no hay otro camino posible para abrir una necesaria brecha en el bloque gobernante que es el auténtico responsable de lo que está ocurriendo en España.
Germán López
