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dilluns, 29 d’abril del 2013

La conferencia del profesor D. AGUSTÍN ANDREU: "El mundo del inmediato futuro desde la experiència de humanidad e inhumanidad del siglo XX"


La noticia 
Magnífico discurso del filósofo y teólogo Agustín Andreu, pronunciado el 25 de abril de 2013 en el Paraninfo de la Universidad de Valencia. Denso y profundo análisis de los filósofos del siglo XX (sin perder de vista a los filósofos de la Antigüedad, incluyendo entre ellos a los profetas de la Biblia)"
(Así nos lo cuenta Francisco Asensi en la introducción al Breve resumen que ha elaborado y figura como segundo documento de esta crónica)


Agradecimientos
"Vaya por delante el agradecimiento a la Universidad que, en este acto, ha puesto a nuestra disposición el marco incomparable del Paraninfo, en lugar del Aula magna como estaba previsto. El conferenciante bien lo merecía. También el agradecimiento a D. Agustín, siempre dispuesto a atender nuestras demandas."
(Traducción al castellano del  párrafo correspondiente [2º] de la Presentación de Antonio Signes, transcrita a continuación)

1º. PRESENTACIÓ de la conferencia  de D. Agustín Andreu


Abans de començar voldría expresar el sentiment que tinc de que, més que una conferencia, el que presente és un nou llibre de D. Agustín, que, per cert, ja m’ha assegurat que l’escriurà.
            Vaja per davant l’agaraïment a la Universitat que, en aquest acte, ha posat a la nostra dispossició el marc incomparable del Paraninf, en compte de l’Aula magna com estava previst. El conferenciant bé que s’ho mereixía. També l’agraïment a D. Agustín, sempre disposat a atendre les nostres demandes.

             LA  CRISI ACTUAL.-  La historia no sempre esdevé marcant una línea recta cap a uns objectius utopicament possitius. Avança donant passos avant i també cap arrere. No sempre avancem en el bón sentit.
          Avuí sembla que estem en una reculada si ho considerem respecte als drets humans, que cada volta veiem més conculcats.

          Cenyint la nostra consideració al món occidental i més concretament al nostre país hem de reconeixer unes mancances fonamentals per al desenvolupament de la persona humana:

-          D’un benestar social generalitzat hem passat de sobte a la penúria i miseria d’un gran sector de gent, els més pobres, que no tenen més remei que acudir a organismos com Càritas i els menjadors socials per a poder alimentar a llurs famílies; sector cada volta més nombrós.

-          Un atur de  més 6 milions de treballadors, 26% de la populació i s’espera que anem a més, malgrat les promeses del govern.

-          Els desnonaments, cada volta més nombrosos, d’aquelles famílies que no poden seguir pagant les hipoteques de les vivendes. Ens havíen fet creure, com diu la nostra Constitució, que tothom té dret a  una vivenda digna. Quin macabre espectacle el de les forces d’ordre públic  desalojant violentament a les famílies deshauciades amb xiquets menors tirats al carrer. Això si que és violència i no la dels que protesten.

 La corrupció. Al temps que observem l’extrema necessitat d’una gran part de la ciutadanía, ens anem assabentant dels grans sous que cobren els directors de les grans empreses,la banca, i, el que és pitjor, els dirigents polítics que el poble ha elegit. I no solament els sous milionaris, sino sobretot els sobresous lliurats baix mà per a compensar fidelitats inconfessables.
-          Solucions. Els nostres governants, per tal de solucionar la crisi, no se’ls ha ocorregut més que depositar la càrrega sobre els més dèbils, amb les retallades en la instrucció i educació pública, en la sanitat, en la dependencia dels que no es poden valdré per ells mateixos

-          Les Noves lleis i reformes están aconseguint tot el contrari de la solució que cabría esperar, com la nova llei laboral que ha aconseguit multiplicar els aturats,  crear más pobresa i engrescar més agressivitat en la societat.

-          La Justícia, pel seu costat, intenta posar ordre a tant de desficací encausant als polítics corruptes, però va tan lenta i es veu tan entrebancada , obstruïda i de vegades sobreseïda que fa l’efecte que en compte de combatre la corrupció, la provoca i l’anima.

-          El pitjor les argumentacions emprades per a demostrar que està bé el que fan els polítics corruptes, per tal de fer-nos veure blanc allò que és negre; el cas Gürtel, el cas Barcenas, a qui li van rescindir el contrat en “diferit i simulació”, etc… No tenen dret a tractar al poble d’imbècil.

         Malgrat que la crisi actual és responsabilitat de tots, perque l’hem creada entre tots, uns més que altres, uns per comissió i altres més per omissió. Nosaltres, davant esta situació en que ens trobem, emprant la frase de Raimon, caldría que  diguem no. Que amb nosaltres no compten. No volem una societat tant injusta i desigual, desemparant als més dèbils. Volem deixar constancia de la nostra Indignació…

       Ara anem a escoltar la interpretació filosófica i profunda del nostre professor D. Agustin Andreu. Per si de cas, entre els presents, hi ha qui no el coneix donaré unes someres dades:

        Va naixer a Paterna (no cal dir la data). Professor de Teología, Etica i Antropología del Seminari  Metropolità de Valencia i de la Universitat Politècnica de Valencia.
   Ha investigat i publicat molts llibres i articles sobre els pensadors i filossofs de la Il·lustració: Lessing, Shaftesbury, Leibniz, Böheme, etc, en vistes d’esbrinar una Antropología Política.

    Ha treballat en el Consell Superior d’investigacons Científiques.
    Molt més podríem dir de la seua prolífica vida intelectual, peró ens cal abreviar per a pasar-li la paraula.

                                                                               A. Signes

2º. EL FUTURO INMEDIATO.

DESDE LA HUMANIDAD E INHUMANIDAD DEL SIGLO XX

 Magnífico discurso del filósofo y teólogo Agustín Andreu, pronunciado el 25 de abril de 2013 en el Paraninfo de la Universidad de Valencia. Denso y profundo análisis de los filósofos del siglo XX (sin perder de vista a los filósofos de la Antigüedad, incluyendo entre ellos a los profetas de la Biblia).

Breve resumen
* Esta intervención se podría titular también “la crisis del pensamiento crítico en sus formas idealista y empirista y la búsqueda de una razón favorable a la vida, una razón vital”.
* Fue Dilthey (1833-1912) el primero que descubrió y describió la profundidad de la crisis de civilización en que nos encontramos. Mientras un inmenso potencial físico-técnico esté en manos de un ser humano subdesarrollado como tal, el futuro será catastrófico. Desde una idea corta del conocimiento propio de sí mismo, el hombre estaría manejando torpemente su arsenal de instrumentos de cultura y poder. La civilización llamada occidental dejará de ser viable y descarrilará dramáticamente. A ese infierno (que no paraíso) nos conducirá la locura de la razón técnica y su poderío destructor.
* Dilthey, en plena era positivista y empírica o materialista explicaba el desorden de la historia, sangriento e irracional como un fallo técnico, no moral. Una cuestión de torpeza. Por supuesto, el fallo técnico tenía consecuencias morales, más aún explicaba mejor la inmensa proliferación de inmoralidades en nuestra civilización, pues que daba facilidades tanto para disculparlas como para darlas por inevitables. Señalaba la deficiente concepción de lo que es la vida humana, como fuente y ocasión de los inmensos e inminentes riesgos de la misma. La habituación y consagración de medidas y leyes que producen inmensas desgracias, obran incluso como meritorias y técnica y socialmente irreprochables, incluso con buena conciencia durante largas etapas y aun siglos.
* Aristóteles ya había intuido que un desarrollo de las potencialidades físico-técnicas de un sujeto racional, junto a una idea raquítica de la vida humana, daría de sí un mundo catastrófico.
* Sócrates abundó sobre lo mismo: bien está saber lo que las cosas son y cómo son por dentro, pero que hay que centrarse en el que las hace, a ver si sabe lo que hace y por qué lo hace. Hay que preguntarse por lo que pasa en la cabeza del hombre y luego en lo que hacen sus manos.
* Estos tirones que da el hombre, desde lo físico, matemático y geométrico, desde lo abstracto de su trabajo y sus logros, hacia lo humano y espiritual son normales en la historia. Algo le avisa de que no se ha de olvidar del complejo de su naturaleza propia.
* Dilthey se sintió dominado por esa intuición empírica, fruto de la observación y de la lectura de la historia (no deducida metafísicamente ni religiosamente supuesta). Y se propuso evitar desastres humanos como los vistos y sufridos en el mismo siglo XIX (las guerras napoleónicas y sus antecedentes y secuelas económicas y sociales). Sólo mediante la descripción empírica de lo humano podemos alcanzar el saber de lo que puede dar de sí el hombre que, en virtud de su misma constitución esencial, se ha de inventar la vida, su propia vida. Y este no está siendo el camino.
* A la vista del siglo XX ya avanzado, dirá Ortega que el hombre es un sujeto “irracionalmente racional”, y se lo repetirá en la cara a los europeos de la elite intelectual.
* No cabe extrañarse pues de que tres hombres jóvenes de comienzos del XX, Jaspers, Ortega y Heidegger, advirtieran que el futuro tenía que hacerse cargo del hombre, de la vida humana. Que no había tarea más urgente pero tampoco más propia de la filosofía que ver qué era eso de una vida pensada y pensante y qué catástrofes podía originarle al hombre un pensar deficiente metódica y sistemáticamente.
* Ortega advirtió desde sus primeras obras: Se nos viene encima, a trancas y barrancas, una nueva civilización por la fuerza misma del desarrollo tecnológico y necesitamos otro modo de pensar la vida y por tanto de vivirla.
* La filosofía vuelve en Dilthey a sentir y ver el enigma o misterio de la vida. Ninguno ha tenido tiempo para dedicarse a averiguar ese enigma que, sea lo que sea, es, según Pitágoras, “difícil de intuir”.
* Hoy, “envueltos en el rápido progreso de las ciencias, nos encontramos más perplejos que en cualquier época anterior, ante el gran enigma del origen de las cosas, del valor de nuestra existencia, del último valor de nuestro hacer”. Y “precisamente nuestra visión de conjunto sobre la tierra muestra la relatividad de las respuestas al enigma universal más claramente que lo vio ningún período anterior”. Y ello puede relacionarse con el salto a otro nivel de conciencia propio de un nuevo tiempo-eje, es decir acorde con su correlativa visión y sentir más profundo del valor y misterio de la existencia y la vida, en lo que Jaspers y Heidegger coinciden.
* Ortega y Heidegger, expresamente, se refieren a Leibniz y su metafísica como al punto en que se produce el giro de la modernidad cuyos frutos esperan ellos no sin cierto optimismo sean recogidos en estos tiempos que corren.
* Por primera vez con la inmanentización y extinción de la trascendencia y de la actitud profunda de creencia se ha extinguido la transparencia de las cosas. Lo que queda es un entusiasmo prometeico por la técnica, por aprender manipulaciones que ahora llamamos ingenierías (ingeniería financiera, ingeniería política…) con una desvergüenza que confiesa no sólo el indiferentismo de los valores sino la subordinación de la teoría a fines muy móviles, deprimentes, y no pocas veces y ocultados.
* Jaspers hace una gran aportación para situar la humanidad del siglo XX: la categoría tiempo-eje.
* El tiempo-eje en la historia universal de la humanidad, donde ha surgido la fuerza fecunda más potente de transformación y configuración del ser humano, hay que situarlo en torno al 500 a. C., y abarca los dos siglos anteriores y posteriores a esa fecha. Ahí se -sitúa el origen del hombre que vivimos hasta hoy. En ese “momento” -como dice Dilthey- coincide y se concentra en China la obra de Confucio y Lao-Tse. Con esa experiencia de fondo, coincide la experiencia india de Buda y el “modo de pensar” y ser los Upanishades. Coincide ese tiempo también con la aparición de los profetas de Israel y su reflexión teológico-filosófica sobre el destino de Israel y de los demás pueblos del mundo. Se hace presente Zaratustra en Persia. Y en fin, la filosofía griega: Homero, Parménides y Heráclito, los presocráticos y Jenófanes y Anaximandro… Platón y Aristóteles.
* Ortega, con más visible impaciencia que Jaspers, dice desde sus primeros escritos que la razón no le funciona al hombre porque sus aplicaciones físicas, químicas, matemáticas, etc. no sirven para aplicadas a la vida humana individual ni a la vida social y política. El hombre y la sociedad han sido víctimas de su propia torpeza en el concebir y ejecutar la razón y por ende la vida humana. Necesitamos otra manera de pensar y de ver que nos dé un fondo de creencias favorables a la vida concreta de los individuos y los grupos donde la vida en inmediatez se organiza, toma la forma y figura de un organismo viviente. Y ha intentado fundamentar una razón vital e histórica.
* Cuanto se piensa para el hombre, se ha de pensar empíricamente para individuos concretos e históricos. Si se ordena el mundo como si los individuos fuesen espiritualidades materializadas o sensibilizadas per accidens se las concibe y obliga a vivir en un mundo falso. De ahí resulta que la vida en la civilización occidental es una vida contra naturam que ha llegado a considerarse como natural. El orden resultante es este conjunto de ingenierías técnicas trasladadas al plano llamado humano para funcionar como ingenierías jurídicas, financieras, políticas, pedagógicas… al servicio de los apetitos insaciables. Nuestro ser natural o vida humana, es sensible y no perteneciente al mundo de las ideas. Tomado el mundo como una dictadura de conocimientos abstractos y con una razón abstracta, se vive contra la vida, la cual siempre es concreta.
* No se ha meditado bastante sobre el deficiente y aun contradictorio régimen lógico con que nuestra civilización ha albergado y conducido al hombre. El diagnóstico orteguiano es de una clarividencia extraordinaria: El hombre no es un ángel caído ni una idea embarrada ni una chispa pitagórica olvidada de su origen. Además, no se ha ponderado suficientemente el disparate de que este modo insuficiente de pensar abstracto y desligado de la sensibilidad ha sido adoptado por el cristianismo el cual ha repensado todos los contenidos de la vida desde este inmenso prejuicio de la lógica abstracta.
* El conocimiento se separó de la vida porque fue fácilmente raptado por la teología y la religión para servir a la otra vida, la que viene, la supuesta vida más verdadera que ésta. Este rapto duró mil años, los mil años de teología escolástica, fundamentalmente platonizante.
* La teología, en nuestra civilización, ha arrastrado a la filosofía y ha sido arrastrada o servida por ella. El tema es indispensable para entender la vida y sus modos en el momento de centrarse directamente en una razón vital.
* Hay interferencias teológicas que descentraron y descentran el pensar filosófico-metafísico. Y algunas, de extremada gravedad, dado el lugar que la razón religiosa ocupa en la vida. Es el caso de la doctrina paulina (sobre la mujer, la idea de Dios, la división de la vida entre acá y el más allá, etc)
* Ortega habló con  toda la claridad posible de un cambio de civilización: “Lo que he querido decir al indicar que nuestra civilización, la civilización europea, había muerto, era simplemente que esos principios habían llegado a una situación en la que se veía que no eran suficientes. Siempre es asunto del filósofo intentar ver si los principios lo son verdaderamente… Y cuando he dicho que esos principios han caducado, he dicho algo muy concreto… Estos principios se han revelado falsos… Otros comienzan a estar ya aquí, en perfecta continuidad con los otros principios. Por tanto, está llegando esta nueva civilización europea que continúa la antigua.”
* Jaspers, Ortega y Heidegger están de acuerdo en que a lo mejor se ha acabado lo que se ha entendido por filosofía y que nos ha servido para manejar la naturaleza y sus técnicas. Y que lo que servirá para conducir la vida e historia humanas por caminos menos dramáticos y homicidas habrá de ser otra cosa que podrá llamarse ciencias del espíritu, o ciencias de la cultura, o sencillamente Humanidades; pero que no será esa razón abstracta o extracta que sirve para fabricar cosas.
* El hombre ha vivido siempre, y vive, en permanente estado de crisis. La crisis consiste en que por razones internas o externas se le rompe al individuo o se les rompe a los grupos el habitáculo o refugio o rincón cultural.
* Lo natural del hombre es la crisis; es un resultado de su naturaleza vital, de su vida espiritual. De suerte que no hay ningún hecho empírico que no tenga antecedentes y consecuencias y pueda ser entendido fuera de la serie y fuera de su circunstancia, Hace un pequeño invento, y altera su mundo más de lo esperado y aun deseado, (el algodón que permite conservar fácilmente el calor del cuerpo en ambientes fríos; la máquina de vapor, la vela, la penicilina, la píldora de antes o de después…). Mas, hay un momento que no sólo por acumulación sino por la profundidad del sentir, se alteran las relaciones en que consiste cada sujeto. De ahí la importancia de saberlas vivir que presupone saberlas diagnosticar, encontrar la causa verdadera, y quererla reconocer con todas sus consecuencias, sin engañarse ni engañar. Y reconocerlas como el medio propiamente humano.
* Desde el origen de las grandes civilizaciones (China, India, Grecia/Palestina) el hombre tiene la impresión y convicción empíricamente ratificada, de que esto del mundo y la vida no está acabado; de que está por hacer y además lleno de nudos. Lao-Tse, los Upanishdas, los profetas de Israel y la filosofía griega coinciden en que el universo y el hombre son un conflicto y una dificultad tanto como una evidencia de que estamos aquí sin haberlo predeterminado ni querido.
* Jaspers dice: La crisis del hombre moderno, alzado a una carrera y progreso de la ciencia ya imparable es tal que hace falta una conciencia existencial universal por su hondura y amplitud. ¿Señalarán el nuevo nivel y las nuevas referencias esta vez magos, mitólogos, profetas, sofistas o  místicos, poetas y filósofos?
* Heidegger y Ortega señalan que en Leibniz se dio un giro del filosofar, no proseguido luego, consistente en advertir que a la razón hay que enseñarle a trabajar para la vida y a gozar de la vida y que su método ha  de ser un Methodus Vitae, que la razón ha de ser una razón vital.
* La obra de Ortega contiene un repaso a la historia de la filosofía occidental desde los presocráticos hasta el positivismo del XIX; y muestra que la filosofía (si la filosofía no se ha acabado) ha de ser el estudio del hombre y su nuevo modo de afrontar el Universo de la vida espiritual o personal. El hombre, ser de reflexión y de vivir consciente, capaz de meter a la historia una marcha de motor de explosión.
* Si recogemos los textos en que Ortega habla de la desesperación a que ha llegado la filosofía (viendo vivir a las gentes bajo la cobertura de constituciones y leyes o reglamentos y usos forjados por el pensar filosófico de los últimos veinticinco siglos), se les puede resumir diciendo “aquí no se puede vivir”.
* Ortega en1940, presenciando la explosión de irracionalidad que acababa de producirse, había dicho: Hay que construir una razón vital. La realidad humana, su esencia propia, no puede ser pensada ni entendida con la lógica con que se piensa las realidades físicas. Se ha de fundar la filosofía en la nueva idea de la vida, en la gran idea de la vida que, quiérase o no, será aquella sobre la cual va a vivir en la próxima etapa la humanidad”. Y en 1945 señala: Creo que en este momento no hay en el mundo una persona que se sienta feliz. “Los gigantescos y terribles acontecimientos en medio de los cuales estamos…, esos tremendos hechos que son hoy el fondo inexorable de nuestras vidas… significan que es ya ineludible la tarea humana de reformar radicalmente la organización de la existencia humana en todas sus dimensiones”. El conocimiento no se da fuera de la vida de los individuos, no es una realidad independiente que se escapa y se va por ahí al servicio de cualquier cosa por sublime que sea y quiera ser vista por encima de las vidas de las que y por las que el conocimiento reflexivo se produce. El conocimiento es una función al servicio de la vida. Brota de la vida, es vida y sostiene a la vida. Hace más dos mil quinientos años Aristóteles ya previno de que “el acto del conocimiento es vida” y no hay más vida que el conocer verdadero.
* La literatura religiosa del cristianismo repite desde hace dos mil años que “en la vida está desde el principio la luz de los hombres”, es decir, que la luz o conocimiento que puede iluminar el camino de los hombres es una luz, un modo de pensar, que viene de la vida y que esa luz que viene de la vida es la verdadera luz o conocimiento  (Juan, 1-14).
* ¿Qué hacer pues en el futuro inmediato que no es el mañana sino el hoy mismo?
La necesidad de una razón nueva, no abstracta y cósica que convierte los fenómenos humanos parciales (p. e. el dinero) en una realidad en sí misma, con sus propias leyes, parciales, unidimensionales, clasistas, partidistas, desconoce la ley fundamental del ser. El ser y la vida es una relación pluralísima y la ley que de ella brota es la ley de vida, la razón vital. No se trata de una retórica de la razón vital. Se trata de que la vida da de sí un modo apropiado de verse, en el que el individuo particular e irrepetible no se sacrifica a la razón abstracta.
* Heidegger lo decía de otra manera: El hombre no es todavía hombre, no es lo que tiene que ser. El hombre va por un desierto con algún oasis o por un bosque con claros, pero en realidad se encuentra en pleno caos. El hombre no ha entendido el laberinto de la libertad y su obvia sucesión de horizontes en continuidad profunda. Heidegger no lo decía desesperanzadamente, y recordaba, en cita de Sófocles, que el equilibrio sensato se encuentra por doquier en el universo”, y que no “van a ser los hombres los únicos que en el Universo no encuentren la sôfrosyne, la sensatez” Será difícil encontrarla, pero tal vez buscarla sea el destino del hombre y el sentido de la vida.
* Se trata de un verdadero Methodus Vitae accesible a cada individuo. Por eso Leibniz  trabajaba en una recopilación o biblioteca universal de todo el saber disperso y perdido que ha dado de sí espontáneamente la experiencia de la vida del hombre, para que el hombre echara mano de ellos en situación, en circunstancia, y cada individuo supiera conducirse por su camino.
* Hay un momento en las circunstancias de decadencia o de crisis de crecimiento en que el individuo se siente cercado de ruinas, se siente desprotegido y desconfiado. La razón vital le ha de decir en ese momento que su deseo de cambio y su fe en la posibilidad de cambio reposa en él mismo. Es el momento de la Memoria y resistencia que dice Alfons Cervera. Saber decir todas las veces que sea necesario cada día  “No, no, y a la tercera un pacífico pero resistente: No me da la gana”.
* Es la hora del “no” pacífico pero firme. De la repetición del “no” hasta en la forma cansada pero justa del punto final: Es que no me da la gana, no quiero perder tiempo razonándolo, me da ya asco histórico. El “no” repetido tendrá una fuerza imparable.
* Venimos de una edad moderna que ha probado muchas formas de acción directa y rápida saliendo de la rotación antigua monarquía/oligarquía/democracia/anarquía y vuelta a empezar. Hemos probado revoluciones como la inglesa y la francesa, puritana fervorosa la una y laica radical la otra, violentas entrambas. Hemos probado revoluciones dictatoriales triunfantes con tiempo por delante para establecer su forma de justicia e igualdad. Hemos probado regímenes institucionales liberales, socialdemócratas… Hemos probado estados de fervor y emoción sinceros y de fervor y emoción preceptivos… No estamos convencidos de haber encontrado mediante una acción directa revolucionaria ni mediante una acción política una administración que no acabe dando muestras de inhumanidad tanto más detestable cuanto más envuelta en la retórica política convencional, de la que estamos rodeados con ejemplares cotidianos de circo si no fueran detestables.
* No creemos en la política y sus formas posibles. Tenemos que pensar y estar ineludible e incansablemente al servicio de la vida humana personal universal.
* “Esta Tierra llegará algún día a ser el lugar de una vida elevada y libre, y ningún poder represivo podrá oponerse a ello”, exclamó el viejo Dilthey después de observar la aurora de las primeras grandes civilizaciones y su desarrollo, y de constatar los síntomas de que un nuevo tiempo-eje está ya en cocción, según dirá su seguidor Jaspers. Sabía por un método empírico que el sujeto de inteligencia imaginativa y libre que es el hombre, lo lleva incansablemente a construirse un lugar de dignidad para vivir en esta tierra.
* Mientras tanto es el individuo quien ha de poner su proa cotidiana en la dirección leibnizana de “lo mejor posible” para todos los hombres.
 
Compendio personal de dicha conferencia
 
* La crisis caótica actual tiene una lectura filosófica. Sólo los filósofos pueden ayudar a comprenderla y, quizá, a dar a luz una nueva civilización. Cada civilización es una manera de estar, pensar y entender la vida. Los valores establecidos no son naturales sino creaciones humanas con fecha de caducidad. Esta idea subraya el valor de la cultura frente a la naturaleza.
* Importancia de la vuelta a las Humanidades. Desde el siglo XVI hasta hoy, pesa sobre la civilización occidental una Teología que confunde actitudes reaccionarias con supuestas verdades reveladas. Ya entonces se busca la racionalidad como principio rector, robándole protagonismo a la fe. Los humanistas con Erasmo a la cabeza antepondrán a la “fides cercior rationem” la “ratio cercior fidem”. Las Humanidades servirán para conducir la vida y la historia humana por caminos menos dramáticos y homicidas.
* En nuestra época la racionalidad debe constituir el sesgo íntimo e ineludible de la vida. Pero ¿de qué razón estamos hablando? Hay distintas clases de razón. Desde la razón abstracta (modo insuficiente de pensar, desligado de la corporeidad, que lleva a la dictadura de conocimientos abstractos y, en caso extremo, a la locura de la razón técnica y su poderío destructor), hasta la razón vital. 


* El hombre, medida de todas las cosas, no es un ángel caído ni una idea embarrada ni una chispa pitagórica. El hombre es un ser de libertad imaginativa. Sólo desde la razón vital puede crear una antropología y un mundo a su medida.
* La razón vital debe trabajar para la vida, para gozar de la vida (non scholae discimus sed vitae). No se puede sacrificar el individuo a la razón abstracta y menos a la racionalidad irracional que se cobra vidas humanas (guerras).

 * La sensatez como destino del hombre y sentido de la vida. La ciencia, como ámbito de la vivencia y creación, no ha sido capaz de ayudar a encontrarla.
* En las turbulentas y oscuras circunstancias actuales, sólo la razón vital hará que el hombre pueda comprenderlas y que tome conciencia de que el cambio (posible creación de nuevos valores, nuevo cielo y nueva tierra) reposa en él, en su razón vital.
* Frente a la inhumanidad, tanto más detestable cuanto las instituciones se envuelven en la retórica convencional, es la hora del “no” pacífico; del “basta ya”.
francisco asensi


divendres, 26 d’abril del 2013

JESÚS ES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD por Francisco Asensi

 El Papa Francisco ha dicho:
 

 "No se puede creer en Jesús sin la Iglesia. Encontrar a Jesús fuera de la Iglesia no es posible. Es absurdo amar a Jesús sin la Iglesia. Encontrar a Jesús fuera de la Iglesia no es posible. El gran Pablo VI decía que es una dicotomía absurda querer vivir con Jesús sin la Iglesia...”

Me han chocado desfavorablemente estas palabras del papa Francisco. Me han recordado a las de Benedicto XVI en su desafortunado Dominus Jesus y aquel aforismo teológico, no menos infausto, de que “Extra Ecclesiam, nulla salus”.
 
  Me parece que hay que levantar la voz y, frente este afán de secuestrar a Jesús, de monopolizarlo, declarar que Jesús es patrimonio de la Humanidad.

¿Quién y en nombre de qué derecho puede monopolizar la figura de Jesús y su mensaje, excluyendo a los demás? No dijo Jesús a sus discípulos celosos y excluyentes: “quien no está contra mí, conmigo está”?

Leyendo los Evangelios, nadie puede afirmar categóricamente que Jesús fundase una iglesia y menos la Iglesia Católica que conocemos. Estamos tan acostumbrado a ella que ni cuenta nos damos de la aberración que su ponen sus lujos, ceremonias principescas, las soberbias catedrales (levantadas no por la fe de los fieles sino por la soberbia de los obispos, con la desvergonzada pretensión de que todo el mundo supiera cuán poderosos eran). Tan habituados, que ni cuenta nos damos de la contradicción que existe entre Iglesia y Evangelio.

 ¿Cómo iba a fundar una Iglesia quien pasó su vida fustigando a los Sumos Sacerdotes y su Templo, del que dijo que no quedaría piedra sobre piedra? ¿Cómo iba a fundar una Iglesia quien le dijo a la samaritana: “viene la hora cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre... Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad”? Jesús predicó el amor y la compasión, pasó su vida haciendo el bien, tomó partido por los pobres y desheredados, invitó a quien quisiera seguirle a hacer lo mismo… Lo suyo fue un movimiento, no una religión burocratizada, una más.

Fue en el 325, a raíz del concilio de Nicea que diviniza a Jesús, cuando el cristianismo se organiza como religión y los obispos se convierten en sus funcionarios. Fue en el concilio de Nicea, si no fue mucho antes (ya desde los tiempos de san Pablo), cuando nace una Iglesia que poco tendrá que ver con el Evangelio.

Finalizo mi comentario, citando una vez más la frase de A. Loisy, que, como slogan, ha sido repetida hasta la saciedad: “Jesús predicó el reino, y vino la Iglesia” .

Francisco Asensi


dimarts, 23 d’abril del 2013

Comentario de Antonio Vicedo a la ENTRADA de Francisco Asensi: ¿QUÉ PRETENDE LA IGLESIA ESPAÑOLA CON LAS BEATIFICACIONES DE LOS MÁRTIRES DE LA GUERRA CIVIL?.



Jerarquías, clero, religiosos y religiosas con sus testimonios y enseñanzas consideradas evangélicas, cristianas y católicas, notablemente incoherentes con el testimonio y mensaje de Jesús, quien dejó claro que: No se puede servir a dos señores; a Dios y al dinero, se habían posicionado en franca y decidida alianza con las clases poderosas españolas hasta el punto de condenar y obstaculizar la más que justificada rebeldía y ataque a quienes eran origen y causa de sus necesidades de supervivencia y de posibilidad de vida personal libre y digna.
 
Esta situación sociocultural, estructurada en el absolutismo de la propiedad privada exclusiva, sin justa exigencia de función social,era causa y consecuencia de una posición enfrentada a vida o muerte de las clases sociales.
 
Lo eclesiástico optó, como mucho, por la remendona caridad benéfica, pero sin mojarse en la defensa por la Justicia, causa de ignorancias, analfabetismos, expolios, represiones, humillaciones, amenazas humanas y divinas, y demonización condenable.
 
A las más que justificadas y solidarias organizaciones populares en defensa de los valores personales, se les prepararon desde el caciquismo patronal de fachada cristiana, organizaciones y movimientos de oposición y esquirolismo cómplice embebido y aprobado con nomenclatura y estructuración eclesiástica, aunque se pretendiera, en ocasiones, un cierto disimulo, que nunca pudo despejar la solidaridad fáctica de los poderes, entre los que la religión era uno de los más efectivos por aquello de la representatividad terrena del Jesús Dios Soberano y Altísimo, Juez terrible con amenazante sentencia eterna.
 
A esto hay que añadir (como ahora se ha aireado) la realidad de impunes abusos a niñ*s, adolescentes, y mujeres, cuya reacción no podía llegar a la denuncia y justo castigo, amparados por la mentalidad y estructura de poder.
 
A esta leña acumulada solo le faltaba la chispa oportuna para su inflamación revolucionaria.
Y aún, cuando esas chispas empezaron a saltar por el nuevo régimen republicano, y se les juntó la ventolera del golpe de estado capitalista-militar, al mismo inicio, antes de los ataques mortales a las gentes eclesiales, la Jerarquía, clero y religios*s se posicionan clara y abiertamente a favor del golpe y lo declara defensa del cristianismo, porque ardían templos y se vaciaban conventos, para muy pronto declararlo actual Cruzada contra la mayoría de las clases populares, considerados enemigos de Cristo y de su Iglesia.
Salvadas muchas actitudes individuales de un lado y de otro comprometidos, más o menos conscientemente con la lucha por el bien y su justicia, lo que si queda claro es que, a la hora de calibrar el objetivo exacto de la persecución o de la causa por la que se aceptaba la entrega de la vida, es de obligado cumplimiento, antes de considerarlo claramente una limpia persecución contra la Fe en Jesús, su testimonio y mensaje, tener presente sus advertencias sobre las consecuencias que él mismo tuvo que asumir por fidelidad a la Verdad y a la Justicia del Reino del Padre y las que podrían sobrevenir a las actitudes de incoherencia evangélica o de fe cristiano católica.
 
Porque no gratuitamente había advertido del destino de "la sal que ni condimenta ni conserva"; ni la consideración que merecen los celemines que impiden a la Luz disipar oscuridades y tinieblas de muerte.
 A estas beatificaciones y canonizaciones realizadas, y a las que se preparan, les falta el fundamento de la verdad, como realidad completa y no discriminatoria, pues, si algunas víctimas hubieran merecido justamente reconocimiento martirial, a pesar de participar inconsciente o involuntariamente en una causa no merecedora de tal consideración, otras víctimas podrían tener el mismo derecho, o aún mayor, a la vista del relato del Juicio Final en Mt. XXV.
 
¿No llegará el Hermano Francisco, en Roma, a tiempo de poner orden en este asunto, arriesgando su ministerio en defensa de la Verdad y coherencia evangélica?
¿Habrá modo de desactivar esta otra bomba de escándalo para los más pequeños en la fe humano-cristiana?
 
Antonio Vicedo.
         
                                                             

dilluns, 22 d’abril del 2013

¿QUÉ PRETENDE LA IGLESIA ESPAÑOLA CON LAS BEATIFICACIONES DE LOS MÁTIRES DE LA GUERRA CIVIL?. Francisco Asensi


 

La Conferencia Episcopal se ha opuesto a la ley de la memoria histórica porque “reabre heridas” y canonizará a 500 eclesiásticos.

 

(Interesante artículo de Juan G. Bedoya del que hago un breve extracto)

 

Los obispos españoles, reunidos en asamblea plenaria desde el lunes, han aprobado un “mensaje” con motivo de la beatificación de “unos 500 mártires de la fe” durante la Guerra civil desatada en el verano de 1936 por un golpe militar que la jerarquía eclesiástica de la época apoyó con entusiasmo.


Desde 1987, cuando tuvo lugar la beatificación de los primeros mártires, han sido beatificados 1001 mártires. Ahora, con motivo del Año de la fe se ha reunido un grupo numeroso de mártires que serán beatificados en Tarragona en el otoño próximo.

Los obispos consideran esta beatificación “una ocasión de gracia, de bendición y de paz para la Iglesia y para toda la sociedad”. 

El episcopado lleva décadas empeñado en elevar a los altares a miles de los que consideran sus muertos en aquella contienda incivil, y, en cambio, la Conferencia Episcopal se ha opuesto a la ley de la memoria histórica porque “reabre heridas.

Según la Conferencia Episcopal, toda la II República (1931-1939) significó para su iglesia “la última persecución religiosa”, con 6.832 mártires, entre ellos 4.184 sacerdotes y 12 obispos. La Conferencia Episcopal excluye de la relación a los curas fusilados por los fascistas en el País Vasco.

La ofensiva de la jerarquía católica para elevar a los altares a sus víctimas se inició apenas proclamada la victoria del sublevado general Franco, el 1 de abril de 1939. Pío XII, elegido Papa un mes antes, lo proclamó en un radiomensaje 15 días después (16 de abril): “La nación elegida por Dios acaba de dar a los prosélitos del ateísmo materialista la prueba de que, por encima de todo, están los valores de la religión”. El pontífice rubricó esa admiración nombrando al implacable dictador español protocanónigo de la romana basílica de Santa María la Mayor.

Los obispos de la época reclamaron de Roma una “beatificación colectiva”. Los acontecimientos posteriores abortaron la operación. La derrota del nazismo y el fascismo en 1945 obligó al Vaticano a retrasar una proclamación semejante, temeroso de que la ceremonia se interpretase como una beatificación de la dictadura criminal de Franco. Más tarde, muerto Pío XII, el obstáculo fue la evolución de catolicismo, impulsada por el Concilio Vaticano II y, sobre todo, por Pablo VI y Juan XXIII, antifranquistas declarados. Este último llegó a prohibir que se pronunciara la palabra Cruzada en su presencia.

Los obispos se enfadan si se les recuerda que Franco utilizó a placer a su Iglesia. Víctimas, pero también verdugos, se dejaron querer durante décadas por el llamado Caudillo, del que obtuvieron generosos beneficios en años de terribles crímenes y penurias -fusilamientos, cárcel, exilio, hambre y falta de libertades- para el pueblo español, en medio del silencio, muchas veces cómplice, de la jerarquía de la confesión romana.

 

Mi apostilla personal
 
A este propósito, me ha venido a la memoria la novela “Otros huesos”. Copio las reflexiones que en plena guerra civil se hace un alcalde republicano.

“Ni una sola vez escuché a un cura y menos a un obispo ponerse de nuestra parte. Resignación, eso es lo único que nos predicaban. ¡Claro que la religión es el opio con que los curas adormecen al pueblo! -exclamó por si yo tenía alguna duda al respecto- Y llega el momento que el pueblo se harta de aguantar a esta ralea de sanguijuelas insaciables y saca la rabia que ha ido acumulando en silencio durante siglos. Y la rabia, lo estamos viendo, es tan tremenda que ciega a las personas. Seguro que cuando se escriba la historia, se echará la culpa de esta guerra a los comunistas, a los anarquistas, a los sin Dios. ¿Cómo quieres que el pueblo crea y respete a Dios si Dios siempre ha estado de parte de los fascistas? Milagro será si, al final de la contienda, quede una iglesia en pie y un cura vivo… Mucho odio, Sebastián; demasiado odio. Lo peor es que los curas y los obispos se sienten víctimas inocentes, como si nunca hubiesen roto un plato. Y claman al cielo: “¡Nos persiguen los hijos de Satanás!” ¿Os habéis preguntado alguna vez por qué se os persigue? ¿Te lo has preguntado tú, camarada?



Leyendo los Evangelios -siguió con su perorata-, me he emocionado más de una vez al escuchar las parábolas de Jesús y he llorado al ver el amor con que ese hombre defendía a los desheredados y la fuerza con que condenaba a los ricos y a los poderosos. De sus maldiciones tampoco se libraban los sacerdotes, ya te habrás dado cuenta. ¡Qué mal uso ha hecho la Iglesia de la doctrina cristiana para que los pobres, que Jesús adoraba y murió por defenderles, se levanten ahora contra él y lo hagan responsable de sus calamidades y sufrimientos!”

                                                      Francisco Asensi





 

dilluns, 8 d’abril del 2013

Z Á H O R A , Ovidio Fuentes


 
     Castellanos de Castilla,

tratad bien a los gallegos;

cuando van, van como rosas;

cuando vuelven, como negros.

[...]

A Castilla fue por pan

y jaramagos le dieron,

diéronle hiel por bebida,

penitas por alimento.

Diéronle, en fin, cuanto amargo

tiene la vida en su seno...

¡Castellanos, castellanos

tenéis corazón de hierro!

[...]

Permita Dios, castellanos,

castellanos que aborrezco,

que antes los gallegos mueran

que ir a pediros sustento.

Tan mal corazón tenéis,

secos hijos del desierto,

que si amargo pan os ganan

lo dais envuelto en veneno.

[...]

¡Castellanos de Castilla,

tenéis corazón de acero,

como peña el alma dura

y sin entrañas el pecho!

En tronos de paja erguidos,

sin fundamento, soberbios,

aún pensáis que vuestros hijos

para serviros nacieron.

Y nunca tan torpe idea,

tan criminal pensamiento,

cupo en cabezas más faustas

ni en más fastuos sentimientos.

Que Castilla y castellanos,

todos en montón revueltos,

no valen lo que una brizna

de nuestros campos tan frescos.

Sólo ponzosas charcas

sobre el ardoso suelo

tienes, Castilla, que mojen

esos labios sedientos.

Que el mar te dejó olvidada

y lejos de ti corrieron

las blandas aguas que traen

las plantas cien semilleros.

Ni árboles que te den sombra,

ni sombra que preste aliento...

llanura y siempre llanura,

desierto y siempre desierto...

Eso te tocó, cuitada,

por herencia de universo,

¡miserable fanfarrona!...

triste herencia fue por cierto.

En verdad que no hay, Castilla,

nada como tú tan feo,

que mejor aún que Castilla

valiera decir infierno.

¿Por qué fuiste, mi bien?

¡Nunca tal hubieras hecho!

¡Trocar campiñas floridas

por triste campos sin riego!

Trocar las fuentes más claras,

ríos tan murmuraderos,

por seco polvo que nunca

mojan lágrimas del cielo

[...]

    • Rosalía de Castro      
    • Traducción.  La he preferido por la dificultad que tiene leerla en gallego. Pero más abajo está el enlace al original.


 

Rosalía fue hija natural de un sacerdote. Pero en el acta de bautismo constan estas palabras:

«En veinte y cuatro de febrero de mil ochocientos treinta y seis, María Francisca Martínez, vecina de San Juan del Campo, fue madrina de una niña que bauticé solemnemente y puse los santos óleos, llamándole María Rosalía Rita, hija de padres incógnitos, cuya niña llevó la madrina, y va sin número por no haber pasado a la Inclusa; y para que así conste, lo firmo.»

Acta del bautizo firmada por el presbítero José Vicente Varela y Montero.

 



Alguna persona muy querida de Rosalía (“¿Por qué fuiste, mi bien?”) debió de morir durante la siega en las tierras castellanas.

     Pero esta poesía me ha traído a la memoria experiencias infantiles, radicadas en la edad media, porque eso era la España de los 40 y 50: cuando había que segar a mano los extensos campos castellanos.
     De mi pueblo salían cuadrillas al mando de un capataz, uno más del pueblo, que se ponía en comunicación con los agricultores castellanos. Y se quedaban las mujeres para cuidar los campos propios.

    Se iban “por esos Castillas”, a Jadraque y alrededores, en la provincia de Guadalajara. Cuando luego he pasado por Jadraque, se me han revuelto las entrañas. Porque trabajaban de sol a sol, y comían en el rastrojo, a pleno sol, porque no había sombra. 
    No es que fueran crueles, los amos. Es que no se podía hacer otra cosa. La cosecha en los campos, el grano seco, una tormenta podía acabar con el sustento y el trabajo de todo un año. La casa lejos, no había tiempo para volver sólo a comer.

    Los de mi pueblo ya iban negros, porque en el valle de Cofrentes casca el sol de lo lindo. Éstas no son las brumosas tierras gallegas.
 
Aquí el castillo de Jadraque, que tanto me impresionó

 Cuando llegaba el día, marcado por todos, para celebrar descansados la vuelta a casa con dinero fresco, de buena mañana empezaba a sonar la caracola, cuyo sonido llegaba a todas partes. A lo largo del año nunca más se oía el sonido vibrante y profundo de la caracola.
-¿Qué es eso.?,  Se preguntaban unos a otros.

- La cuadrilla de Fulano que se van de ZAHORA

Era la señal: todos se reunían con las mujeres y niños, para irse a pasar el día.

Varias caballerías  llevaban lo necesario para hacer la comida en un lugar agradable, cerca de un manantial y con buena sombra.

Lastimosamente, por razones evidentes,  esta palabra tan eufónica ha caído en desuso. El Diccionario de la Real Academia trae esto:
 
 “zahora.

(Der. del ár. hisp. saúr, y este del ár. clás. saūr o suūr, colación que se toma en ramadán antes de que amanezca).

1.      f. Man. Comilona o merienda de amigos en que hay bulla y zambra.”

 

 

 

dissabte, 6 d’abril del 2013

Fòrum Cristianisme i Món d'Avui (25 aniversario)


De: onofre vento
"os adjunto noticia sobre el XXV FORUM publicada en religion digital
un abrazo
paco palau"

> El Fòrum Cristianisme i Món d’Avui celebra su 25 aniversario :: España :: Religión Digital
http://www.periodistadigital.com/religion/espana/2013/04/05/el-forum-cristianisme-i-mon-d-avui-celebra-su-25-aniversario-iglesia-religion-valencia-foro-osoro.shtml#.UV6csQooKNw.email

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 Col·legi Jesús-Maria 
Gran Via Ferran el Catòlic, 37, València
 
PROGRAMACIÓ
 
 
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25é ANIVERSARI DEL FÒRUM

COMMEMORACIÓ I ACCIÓ DE GRÀCIES - ENTRADA LLIURE