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dimarts, 3 de juliol del 2018

LO DE SIEMPRE Y MÁS DE LO MISMO III, Joséluis Porcar
Y prometo ser breve en el tercero de los comentarios. Esta vez he leído en El País un artículo de un escritor que me ha destapado un tema que como los que he ensayado en el I y II llevo en la mochila desde hace tiempo. Copio:

Entro en la basílica y la primera sensación que tengo es de alivio del calor. Caen más de 30 grados sobre la explanada. Dentro se está fresco. Hay ángeles metidos en hornacinas, con aspecto terrible y con espadas. Más que miedo, no sé por qué, me dan pena. En general, me embarga un sentimiento de pena, y de subdesarrollo moral. Paseo por la basílica con pena, una pena patética. Voy a las tumbas de los dos difuntos ilustres de este sitio. No se pueden hacer fotos. Todo está bastante oscuro. La tumba de Francisco Franco es aquí el centro gravitatorio de todo este montón de piedra. La mezcla de cristianismo y fascismo es un delirio bochornoso. Me topo con la tumba de José Antonio Primo de Rivera. Las dos tumbas tienen flores recientes. ¿Pero esto es un monumento fascista? Puede que lo fuera hace 60 años. Ahora parece todo demasiado kitsch.(1)

El autor visita la tumba de Franco. Y si simplemente nos atenemos a la valoración que he subrayado en el texto salta el tema: en nuestra memoria está el hecho del nacionalcatolicismo afianzado en la posguerra y mantenido durante la dictadura que refrenda el delirio del que habla Manuel Vilas. El domingo anterior, y va por segundo año consecutivo, con El País se entregaba un fascículo tamaño cuartilla apaisada con las ‘excelencias’ de la Iglesia Católica española (entre otros datos un verdadero ‘ramillete espiritual’ con la estadística de latotalidad de los sacramentos impartidos en 2017, y más informaciones a mi modo de ver totalmente fuera de lugar, e insisto otra vez, a mi modo de ver, que no tienen vinculación alguna con el seguimiento de Jesús).

No sé, si de manera pública se ha pedido perdón de las implicaciones de la institución eclesial española en el golpe de estado que mediante una guerra eliminó la República Española y estableció una dictadura. “Por la religión y la patria”-“La Iglesia y el golpe militar de julio de 1936” (2) es un trabajo de 205 páginas que serenamente acomete esa investigación necesaria para asumir la historia propia y recuperar la paz. Sí, leído lo he.

Roma sí que pidió disculpas y perdón, por la condena de Galileo Galilei. Nuestra iglesia española, no sé si se ha disculpado públicamente por las tropelías de la Santa Inquisición. José Jiménez Lozano, de quien leí, muchos años ha Meditación sobre la libertad religiosa (1966) y seguía sus artículos semanales de la revista ‘Destino’ que títulaba “Cartas de un cristiano impaciente” abrió ventanas en mi sensibilidad hacia el respeto y el aprecio por otras actitudes espirituales etiquetadas de heterodoxas.

Estas tres reflexiones de ‘más de lo mismo’ partieron de la reunión de Europa Laica que trabaja por establecer un ámbito social en que se clarifiquen con sensatez y respeto las libertades civiles de quienes convivimos en el estado español. Continuaron con la ideología que subyace al Catecismo  y que determina el establecimiento de dos órdenes, dos orillas que exigen los puentes sacramentales para alcanzar la patria celestial. Y acaban con la tumba-basílica-templo del Valle de los Caídos: la, otra vez, señal, equívoca a todas luces, del poder pétreo y letal tenga la etiqueta o el discurso que quiera esculpirse.

Pero los pensamientos, las ideas, los relatos que he redactado se diluyen ante lo que dice el pequeño príncipe (Saint-Exupéry) L'important c'est la rose. Lo que sin más rótulos sí que merece la pena es ajuntarnos a almorzar: c’est la rose.(3).
Joseluis Porcar

(1.) Manuel Vilas (escritor). “Todo es dolor aquí”. El País. Domingo 1 de julio de 2018. Pág. 24.
(2) Un amigo me pasó una peli que plasma en su totalidad este último párrafo: “Paterson”. Hay que vivirla.
(3). Un amigo me pasó una peli que plasma en su totalidad este último párrafo: “Paterson”. Hay que vivirla.

LO DE SIEMPRE Y MÁS DE LO MISMO II, Joseluis Porcar


  
 Revisando trastos y demás tropiezo con Catecismo Tercer Grado Texto Nacional de 253 páginas con portada y contraportada de cuadros del Greco cuya utilización se agradece a la dirección del “Museo del Prado”

En la lección 15. Sexto y séptimo artículo del credo: Vida gloriosa del Señor. Páginas 56-59. Y según el sistema didáctico de preguntas (en negrita) y respuestas (contundentes). Me salto la 123 y la 124 y copio las cinco siguientes:

“           125. ¿Qué hace Jesucristo en el cielo por nosotros?—Jesucristo en el cielo intercede por nosotros ante el Padre. 126. ¿Cuándo ha de venir Jesucristo a juzgar a los vivos y a los muertos?—Jesucristo ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, con toda su gloria y majestad, al fin del mundo. 127. ¿Volverá Jesucristo a aparecer visiblemente en la tierra?—Jesucristo volverá a aparecer visiblemente en la tierra al fin del mundo, cuando venga a juzgar a los vivos y a los muertos. 128. ¿Qué entendemos al decir «juzgar a los vivos y a los muertos»?—Al decir «juzgar a los vivos y a los muertos», entendemos que Jesucristo, al fin del mundo, juzgará a todos los hombres, buenos y malos. 129. ¿Sabemos cuándo será el fin del mundo?—No sabemos cuándo será el fin del mundo, porque Jesucristo no lo reveló. 130. ¿Dónde está ahora Jesucristo?—Jesucristo está ahora glorioso en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.”

Ahora y aquí cabe una relectura de las preguntas y respuestas.

A continuación menester es atender a una batería de cuestiones sobre la gloria y majestad de Jesucristo en el cielo y su regreso al fin del mundo a juzgar, sobre el cuándo acontecerá el suceso de la judicatura, y no podía faltar sobre la referencia al Santísimo…

Y como de sacramento discurre la pregunta/respuesta 130, pues héteme aquí que en la lección 45 se inicia el apartado de Los sacramentos. Voy a copiar un par de párrafos de las páginas 192 y 193:

“El Señor instituyó siete sacramentos, con los que provee a los distintos momentos y necesidades en que puede encontrarse nuestra vida sobrenatural.
Nacemos a la vida de la gracia por el Bautismo, que nos incorpora a Cristo y nos hace hijos de Dios.
Crece y se fortalece nuestra vida sobrenatural por la Confirmación, que nos da gracia para cumplir nuestros deberes cristianos, y vencer las dificultades que en el camino del Cielo se nos presentan.
Si por el pecado perdemos la gracia, otro sacramento, la Penitencia, es la espiritual medicina que nos vuelva a dar la vida y la salud espiritual.
Cuando la enfermedad nos pone en trance de luchar la última batalla para entrar en el cielo, la Extremaunción nos da fuerzas para vencer en ese grave trance, nos limpia de las reliquias de nuestros pecados, y puede también ayudarnos, si conviene, a vencer la enfermedad.
Para la vida social ha establecido el Señor otros dos sacramentos.
Uno, el Matrimonio, santifica la unión de los esposos y les da gracia para cumplir sus deberes.
Otro, el Orden Sacerdotal, provee a la Iglesia de los ministros que necesita para continuar en el mundo la misión que Cristo le encomendó.
Los sacramentos producen la gracia por sí mismos, independientemente de la santidad o méritos del ministro, siempre que éste cumpla el rito y tenga intención de hacer lo que hace la Iglesia. Por parte del que recibe el sacramento, es preciso que reúna las debidas condiciones y no ponga obstáculo a la gracia.
Algunos sacramentos dan la gracia a quien no la tiene, o sea a quien está «muerto» por el pecado; por eso se llaman sacramentos de «muertos»: tales son el Bautismo y la Penitencia. Los demás sacramentos aumentan la gracia a quien ya la tiene, y por eso se llaman de «vivos» tales son la Confirmación, la Eucaristía, la Extremaunción, el Orden Sacerdotal y el Matrimonio. Quien recibe alguno de estos sacramentos a sabiendas de que está en pecado mortal, comete un grave sacrilegio, y no recibe la gracia de Dios.”

El catecismo está editado en 1962, y por lo tanto condensa unas propuestas que el Concilio Vaticano II y la renovación bíblica y teológica en sazón arrinconaron porque su discurso muestra una elucubración, una fantasía de conceptos cuyo contenido y entramado quedan obsoletos.


Sin embargo y de ahí que insista en este segundo capítulo de ‘Más de lo mismo’, el catecismo actual que no tengo ante mi vista, si es que siguen editándose catecismos de la doctrina cristiana, el catecismo actual, digo, no ha generado actitudes ni actuaciones que apunten hacia la experiencia vital, hacia las vivencias personales de quienes seguimos a Jesús. En el templo se continúan ceremoniando cultos sacramentales invocando la presencia de Jesucristo como portador de la gracia que nos conducirá al cielo. Liturgias que no nacen de la creatividad personal o se atienen a la participación libre y responsable de quienes reconocen a Jesús como un guía, profeta, maestro.

La sobrenaturaleza, lo sobrenatural es el territorio donde reside la gracia y que es concedida directamente por Jesucristo-Dios por medio de los sacramentos que “producen la gracia por sí mismos”. I ‘torna-li la trompa al xic’ el rito es lo más importante. Un conjunto de ‘rúbricas’ que aseguran la eficacia sacramental. Comenzando con que el ministro se atavía con la vestidura de un romano. Continuando con que todo está escrito y en dicho cumplimiento se desarrolla el evento. ¿Dónde la iniciativa libre de quienes se ajuntan para expresar su fe, para escuchar un escrito, sea una noticia, sea un poema, sea un texto literario elegido por la sensibilidad o afición? Ubicado en un templo (parroquial, arciprestal, catedral, capilla conventual…) verdadera jaula vacía de aliento.

Decía en mi anterior comentario que por estas fechas, en 1969, ‘el más anciano’… Y en la memoria no encuentro ningún atisbo de crítica frente a vestir el alba, la casulla, la estola, la capa pluvial, … y durante los estudios de filosofía y teología nunca encontré la más mínima duda respecto al hábito talar de riguroso negro correspondiente a mi ‘regla’ de ‘vida religiosa’. Me pregunto en plan clásico (lo poco que aprendí a la sazón): quam gentium sumus?... quam raepublicam habemus? (no acierto a colocar las formas pretéritas del ‘sum’ y el ‘habeo’ y me da pereza consultar el google). ‘Oseasé’, ¿dónde tenía la cabeza o qué artefactos la amueblaban al punto de mantenerme en la Babia sobrenatural? Hasta esa singular constatación incido con la sensatez que ahora me lleva a denunciar, no de manera inquisitorial pero sí desde la sencillez y la honestidad que alcanzo, el hecho de que ‘la sobrenaturaleza’ constituye un mapa en que se diluye la vida, y por lo tanto no tiene sentido, solamente se mantiene como un recorrido de museo que por fin ha quedado atrás para muchos, y que continúa vigente para la institución eclesial.

Como dato curioso, no sé si lo estudié en su día, pero no me acordaba para nada de esa distinción de sacramentos de «muertos» y sacramentos de «vivos», y vaya retranca/‘telamarinera’. ¡Ah! y que “no sabemos cuándo será el fin del mundo”… ahí queda eso. Los vivos y los muertos pertenecen al ‘piso de arriba’, en cambio este mundo y su final son del ‘entresuelo’.

I ‘mentrimentres’ sempre ens empenta acudir a l’esmorzar del Trinquet Pelai.
Joseluis Porcar




dijous, 28 de juny del 2018

LO DE SIEMPRE Y MÁS DE LO MISMO, Joseluis Porcar


Hoy, martes 26 de junio, he asistido a una reunión de miembros del colectivo o asociación de Europa Laica en su sector de Valencia. Y he oído esa obligada propuesta de la insensatez de una sociedad en la que todavía no es posible una libertad de pensamiento y ejercicio del mismo ante la jaula del talante, clima, entorno, privilegios, estructuras, acuerdos… religiosos que constituyen la atmósfera de este país, de esta tierra.

Lo que no es más que un resultado de los derechos elementales del ser humano, se enuncia como una conquista, una heroicidad, una tarea permanente de siembra ante las tradiciones y los hechos de todo tipo que se imponen lesionando la neutralidad de nuestra convivencia. No vale, no sirve utilizar la sensatez, la mirada serena para discriminar las opciones personales que pertenecen al ámbito privado y diferenciarlas o definirlas para que mantengan su respetable propuesta sin lesionar otras opciones, otras elecciones que configuran, todas, el variopinto mapa de cualquier grupo social, bien sea local o de la amplitud que sea. Y de ahí el colectivo de Europa Laica que airea, que expande, que remueve la floración de dicha sensatez.

Por eso y desde la sencilla mirada de sentir o gozar-penar la vida cuando me acerco al sistema de la religión católica que se manifiesta en los hechos, en los sentimientos, en los pensamientos, en los símbolos, en las imágenes, en las construcciones, en la doctrina, en… no acabaría nunca de constatar la infinita variedad y color de los hilos que la tejen y que configuran los trajes, las armaduras, las jaulas que visten, amurallan y atrapan a quienes nacemos en esta zona del planeta que llamamos occidente en las coordenadas que enmarcan la península ibérica.

El templo, he ahí uno de los datos que hace una década me impactó cuando en Castilla-León, en un pueblo de Palencia, escaso de habitantes y de viviendas sencillas entré a visitar la iglesia enorme o templo mayúsculo levantado en piedras, ancho de muros, amplio de espacios, con toda la ornamentación de imaginería, de altares, de policromía… Tuve una sensación que se ha incrustado en mi sensibilidad, no la abandono y se refuerza cada vez que accedo a un sitio similar dedicado al culto. Me siento aplastado. Me sobrecoge el poder que aprieta mis carnes. Me aturde el ruido magnífico a pesar del aparente silencio. No logro apartar o asimilar o transformar dicho impacto por la vía de la mirada hacia ese topos que se viene proponiendo desde antaño como arte, y por ende como gozosa vivencia.
 
El templo...signo de contradicción.

El templo es el signo, el receptáculo del “…indigno soy, confieso avergonzado, de recibir la Santa Comunión, mira mi Dios, mi nada y mi pecado…”. En primera persona ‘yo’, perteneciente a, miembro de la iglesia católica. Indicador de cualquiera. Un ser humano en la indignidad, en la vergüenza, cuyo referente es la nada y el pecado. La realidad, o la vida reside en la gracia sacramental que viene desde la sobrenaturaleza divina y se concede al ser humano pecador quien está desposeído, carente de la primera dignidad, la que deviene inherente a la vida, al ser. El templo se constituye pues en la atmósfera aniquiladora de la vida. Obviamente describo mi sentir vinculado a aquel impacto del templo palentino. Se trata de una línea roja, lo sé. Hay otros trazos que no saco a flote oscurecidos por este constructo que viene registrándose operativo hasta hoy.

Europa laica, y sin entrar en grupos que denuncian el enjaulamiento de la libertad y apoyan las opciones de respeto y sensatez hacia la dignidad de los seres humanos, manifiesta la antítesis del paradigma que he descrito con líneas gruesas y rojas. ¡Qué curioso! Se trata de un horizonte que es coincidente con el que desveló Jesús de Nazaret hace ya una temporada. Por estas fechas, a Sant Pere i Sant Pau, por al año 1969 me consagraron o me hicieron ‘el más anciano’ (en grado superlativo relativo). ¡Vaya tela¡ ¡Mare meua¡

Sin renegar de nada, pues mi camino es el que he recorrido, he de confesar con sencillez que el templo es un búnker sin ventanas, es decir, oscuro, letal, sin sentido ni vida posible.

En los martes como el de hoy, en todos los almuerzos, ahora en el Trinquet Pelai hay complicidad en exultar el gozo de vivir que compartimos en aquellos años de nuestra juventud de estudiantes y caminantes hacia las élites de la estructura eclesial cuyo territorio soberano era y es el templo. La complicidad se trenza en los retazos de humor, en las anécdotas de todo tipo, en las vivencias humanas… alrededor de la elemental dignidad de personas que animaba nuestro camino. La complicidad alimenta nuestra memoria y nuestro presente inmediato: almorzamos juntos la eu-buena jaristós-gracia a ras del bocata, ‘les olivetes’ regado con agua, cerveza, vino y el café caleidoscópico y palabras, risas, llantos y miradas. La sobrenaturaleza sobra. La energía de nuestra piel es el único templo de la vida.


Joseluis Porcar


dissabte, 4 de febrer del 2017

¿POR QUÉ ESCRIBO DELIBERADAMENTE EL NOMBRE DE dios CON MINÚSCULA? (Ramón Gascó)

Entre otras muchas felicitaciones que he recibido estas fiestas, hay una que me hizo pensar, profundizando en su mensaje.
Me decía lo siguiente.
-“Queridos Ramón y Carmen
Al comenzar el año deseo que sigamos compartiendo sueños, nos ayudemos a llevar las heridas del tiempo y luchemos contra todo aquello que hiere y ofende. Y de este modo se nos regala el pálpito de Dios.
A su vez yo le contesté, no deseando rectificar sino muy al contrario: explicitando un pensamiento que estoy seguro de haberlo compartido con él desde hace muchos años.
Esto es lo que le dije.
- Sí pero el pálpito de un dios con minúscula”.
         Queriendo resumir mi pensamiento al respecto diré con las menos palabras posibles lo siguiente.
“Pálpito dice el diccionario de la Real Academia: “Dicho del corazón; aumentar su palpitación natural a causa de una emoción”.
Con ello pretendo denunciar al DIOS con mayúsculas el único verdadero y que se impone a millones de creyentes en cada una de las religiones.
Para mi forma de pensar no es este el dios de Jesucristo. Jesucristo no impone, mejor dicho, no se impone por su condición de Dios.
Yo recuerdo cuando estudié la Teología en la Facultad Pontificia de la Gregoriana en Roma, regida por los Jesuitas y donde se dedicaba casi un trimestre durante la asignatura de cristología a la interpretación de las frases: “Hijo del Hombre” e “Hijo de Dios” como homónimas en los textos de los Evangelios.
Después de rigurosas exégesis de los textos quedaba en el arcano del misterio su significado más profundo.
Ahora comprendo que con ello al menos se cuestionaba la Divinidad absoluta y categórica de Jesús y desde luego no fue intención de afirmarla por Él .
El Dios con mayúsculas en todas las religiones es muchas veces ambiguo y si recae en un hombre es tomando la forma de autorizado o todo lo más como enviado: así Mahoma, Buda, Confucio etc…
No hay cosa más relativista y acomodaticia que la apelación a la “voluntad de Dios” para regir, someter la voluntad de los creyentes.


Hay dos temas que se deducen de ese mal uso de la divinidad.
El primero es la imposibilidad de diálogo y acercamiento ecuménicos. Si uno posee toda la verdad el muro que le separa los otros es infranqueable.
El segundo es la difícil si no imposible del reconocimiento en  el campo de la “ética” y convivencia pacífica entre los hombres. Acusar de “relativista” al que no piensa como nosotros es minar los campos de comprensión.
El Papa Francisco en la reciente entrevista al diario EL PAÍS con mucho tacto  y tal como ha hecho en otras ocasiones emplea las palabras de otro en este caso de  un novelista, cuando dice (respondiendo al periodista):  
-¿Cree que el Nazareno y Dios son el mismo?
- El problema para mí hubiera sido que Dios no se hubiera hecho Cristo. Si se diviniza a Dios se pierde la humanidad de Cristo.(1)
Resumiendo y como dice mi amigo “de este modo se nos regala el pálpito de dios.” con minúscula añado yo.


Ramón Gascó



(1)Trascripción literal del texto de la entrevista.
En una de sus novelas, en la novela Augustine, cuando en un diálogo un ateo no creyente le dice:
“Pero, ¿usted cree que Cristo es Dios?”
Y le plantea el problema:
"¿Cree que el Nazareno es Dios?"
“Para mí no es un problema —le contesta el protagonista de la novela—, el problema para mí hubiera sido que Dios no se hubiera hecho Cristo”.







divendres, 28 d’octubre del 2016

Pulvis es...(E.H.M.)

“Con la cantidad de cosas que podría hacer por los vivos. ¿Por qué a la Iglesia (ICAR)  le preocupan tanto las cenizas de los muertos?”

Este fue el comentario, que envié a mis amigos y compañeros de “whatsapp”, quizá en una reacción un tanto visceral ante el anuncio en TV de que un organismo eclesiástico ha publicado una Instrucción "...acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación."

A quien respondió “…quiero que vayan al Montgó…”  le pregunto:
-      ¿Hay en ese monte algún cementerio?
-      ¿O alguna iglesia (templo, ermita etc.)…?

        Si no hay ni cementerio ni templo, lamento decirle que va a tener imposible, o al menos muy difícil, cumplir su deseo:

“5. Si por razones legítimas se opta por la cremación del cadáver, las cenizas del difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente.” (Instrucción Ad resurgendum cum Christo.)[1]



      Algunos teólogos nos recomiendan que no tengamos miedo a pensar. Y, animado por esa arenga y creo que sin salirme tácticamente de las doctrinas de la Iglesia, me pregunto:

       ¿Por qué unos territorios son sagrados y otros no?

    ¿No dice la iglesia que todo lo creó Dios? ¿Y no decía el catecismo que Dios está en todas partes? Quizá parecerán argumentos muy simples a quienes ya se preocupan, por ejemplo, de la Neuroteologïa o de la Teología cuántica, pero parece de lógica elemental considerar que las bendiciones de la Iglesia no van a hacer ningún lugar más sagrado que la permanente intervención de Dios, proclamada por la misma Iglesia.


Otra cosa sería concienciar de que tal dispersión de las cenizas puede provocar dificultades ecológicas en la naturaleza y  aconsejar o recomendar que no se esparzan, especialmente si los envoltorios (urnas)  no son biodegradables.

         La Iglesia tolera la cremación, pero no le gusta.
      "La Iglesia sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, porque con ella se demuestra un mayor aprecio por los difuntos; sin embargo, la cremación no está prohibida,..".

Por si no queda claro dónde sí está permitido depositar las cenizas de los difuntos, el documento detalla dónde o cómo no, o sea, las prohibiciones (Números 6 y 7). Puede derivar aquí la cosa , a mi parecer, hacia ciertas extravagancias: emplear una carcasa pirotécnica o, más aún, algún vehículo de tipo espacial.



Un campo que dejo a la exploración personal de posibles interesados son los argumentos sobre la mayor o menor facilidad que Dios encontrará en la resurrección de los muertos según hayan sido tratados los cadáveres o restos de los difuntos.

Y, para acabar, quiero decir que hace casi cuarenta años compré un nicho para enterrar a un familiar íntimo en el cementerio de Valencia (sería igual o parecido en cualquier otro lugar) y que. si cuando pasen 50 años, no lo vuelvo a pagar, esos restos mortales irán a parar a una fosa común ¿Esto no es “…falta de respeto y malos tratos…”:
 
        “La conservación de las cenizas en un lugar sagrado puede ayudar a reducir el riesgo de sustraer a los difuntos de la oración y el recuerdo de los familiares y de la comunidad cristiana. Así, además, se evita la posibilidad de olvido, falta de respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas.

Enrique Herrero

[1] Es probable que los organismos eclesiásticos hayan aprovechado la proximidad de las celebraciones de los “Fieles difuntos” y de Hallowen, para lanzar este documento, puesto que Francisco… en el 18 de marzo de 2016, ha aprobado la presente Instrucción, …y ha ordenado su publicación. Y la Congregación para la Doctrina de la Fe lo publicó 15 de agosto de 2016..

divendres, 26 d’agost del 2016

Convent-Monestir la Trinitat, notes de Joan Llopis

Convent-Monestir de la Trinitat


Com a complement a la visita en la Nau a través dels textos i ilustracions de la grandiosa figura de la nostra valenciana, visita que vàrem fer el dimarts 28 de juny, el passat dia 5 hem fet la visita al lloc on ella va viure i on exercí el seu càrrec d’Abadessa.   Allí és on imaginem i captem la seua manera de ser i de viure, que, com es diu en l’article de Saó que vaig esmentar anteriorment “Sor Isabel de Villena és, sobretot, una dona d’acció que sap complementar la vida contemplativa i la vida activa amb una bona dosi de savoir faire: escriu la cèlebre obra Vita Christi per formar les seues religioses; administra materialment i espiritual la comunitat i hi exerceix el poder des del càrrec de màxima autoritat (que l’empeny, potser, a escriure sermons i tractats avui desapareguts); és ella qui gestiona la memòria comunitària i en canalitza una consciència col·lectiva a través de la confecció dels llibres de comptes de la institució, que es va encarregar d’anotar minuciosament, actualitzar i revisar, tal com mostren els manuscrits autògrafs conservats a l’arxiu conventual”. Per això el que més me va impactar i emocionar en la visita és el locutori: pensar que allí va rebre la visita de tan importants personalitatas de la vida literària i social de l’època.


I ara passe a plasmar algunes anotacions sobre el Monestir extretes  d’un article de la Wikipèdia:


El Monestir de la Trinitat o també el Reial Monestir de la Santíssima Trinitat està situa a la vora del riu Túria al seu pas per la ciutat de València, l'Horta, al País Valencià. El va fundar la reina Maria de Castella, que hi està enterrada. També té importància cultural perquè durant el Segle d'Or Isabel de Villena fou abadessa i Jaume Roig era el metge del convent.
Els seus orígens més remots estan en l'antic convent trinitari establert al mateix solar de l'actual ja el 1265, que estava al càrrec d'un hospital sota l'advocació de Sant Guillem. En el mapa del 1704 de Vicent Tosca encara s'anomena a la zona com a Arraval de S. Guillem.
L'actual monestir té l'origen en el desig de la reina Maria de Castella de fundar un monestir de religioses clarisses. Aconseguí la supressió de l'anterior comunitat de trinitaris mitjançant butlles pontifícies. L'emplaçament era privilegiat,  ja que estava al costat dels jardins del Palau Reial on ella habitava. València es convertia en la seu de la Corona d’Aragó. El 1445 la reina va dur a València la comunitat del convent de Santa Clara de Gandia. Segons les cròniques del monestir, el primer que es construí seria l'església i el sepulcre de la reina, segurament la permanència del rei Alfons a Nàpols dugué a Maria a construir-se el seu propi sepulcre.
Ací es venerava la Mare de Déu de la Sapiència, patrona de la universitat; del monestir eixiren grups per reformar o fundar altres convents a Terol, Barcelona (Pedralbes), Mallorca, Tortosa, Onda i Xàtiva.
A principis del segle XIX la Guerra del Francés inicia la decadència del cenobi. També la seua ubicació fora de les muralles i a la vora del riu ha afavorit el seu deteriorament, havent sofert bombardeigs i saquejos durant les guerres i riuades.


Església
Segueix el model del gòtic català de nau única. Es cobreix amb voltes de creueria de pedra tallada. Les claus de volta, les mènsules i nervis conserven perfectament la policromia original. Entre 1695 i 1700 l'església, com la majoria de les de la ciutat, es va revestir amb una decoració barroca.




Volta del cor baix decorada amb frescos.


La portada principal d'accés al temple es configura per pinacles que flanquegen nou arquivoltes, molt semblant a les portades de la Llotja. Al timpà de la porta hi ha un tondo de ceràmica (l'original es custodia al Museu de Ceràmica, aquest és una reproducció).
Portada de l’església




Claustre


El complex conventual s'organitza al voltant del claustre, aquest és de dos plantes i planta rectangular. És un claustre desornamentat, proporcionat i elegant, a causa de certa influència cistercenca i a la perícia dels seus constructors.
El sepulcre de la reina Maria està ubicat a la galeria sud del calustre. Dins d'un rectangle se situen tres medallons que exhibeixen tres escuts coronats amb les armes reials, i als extrems altres dos escuts sustentats per animals, que representen un lliri de tres tiges i una olla sobre un trivet, que serien símbols de la Trinitat.






La sala capitular o aula capitular té el seu accés a la galeria est del claustre. Aquest és un espai unitari, quadrat i cobert amb una volta de creueria simple molt rebaixada. En els monestirs, en aquesta sala es reunia la comunitat amb l'abat o abadessa per fer el capítol, és a dir, recordar les escriptures de la regla adoptada i conversar sobre assumptes relatius al monestir i els seus habitants. Les reunions es feien generalment després de la missa, al matí. Els monjos o monges s'asseien al llarg dels murs seguint un rigorós ordre d'antiguitat. S'acabava l'acte amb la confessió pública dels monjos que desitjaven acusar-se ells mateixos de les faltes comeses o bé denunciar algun altre company; en aquest cas se n'havia d'ometre el nom.




Refectori


La galeria oest dóna accés a la bugaderia, al refectori, a la cuina i al corredor per on s'accedeix als locutoris. El refectori és una sala rectangular de cinc crugies, voltes de creueria simple amb nervis de pedra


El Llibre de benefactors conté la primera referència al mestre d'obra i en el qual figuren les persones que hi contribuïren. Hi figuren moltes persones conegudes de l'època, en primer lloc està la reina Maria, també altres com mossen Ausias Marc, Cavaller, o Jacqme Roig, metge de la comunitat; finalment hi apareix Nanthoni Dalmau, Pedrapiquer, MESTRE DE LA OBRA y Juanet fill del mestre de l'obra. A aquest mestre se li atribueix el retaule d'alabastre de la catedral actualment traslladat a la capella del Sant Calze i el projecte de remat de la torre del Micalet..