RESPONSABILIDAD

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dimecres, 15 de març del 2017

LAS FLORES. José Luis Porcar

Años ha, muchos años ha, en la década de los 60 del siglo pasado cayó en mis manos un libro de una colección sobre la educación sexual. No recuerdo el título, ni el autor, ni la editorial, sí que creo que se trataba de un texto traducido del francés. De todas formas no se me ha olvidado el impacto que me produjo la lectura de la primera página.


Allí se describía un hecho: resulta que cuando nacemos, venimos a este mundo y al acontecimiento se lo adorna y celebra con un hermoso ramo de flores. Las flores nos acompañan a lo largo del itinerario de nuestra vida y cuando nos entierran, el féretro que va a ser depositado en la tierra, en un nicho, en un panteón familiar o va a ser quemado, va acompañado por coronas de flores.


Hasta aquí todo transcurría según un guión previsible. Y acontece el descubrimiento de un significado patente y que no reparamos en él, no se tiene en cuenta, por más que el referente es de una contundencia ineludible: las flores, pertenecen a las plantas fanerógamas (cuyos gametos son manifiestos), y no son más que sus órganos genitales con el androceo o conjunto de estambres productores del polen (parte masculina de la flor) que fecundará los óvulos que residen en el gineceo o pistilo (parte femenina de la flor). Estos elementos están en un contexto de formas y colores cuya variación y belleza alcanza la infinitud: los pétalos que se abren al amparo de una textura más firme o sépalos. Y esta descripción la recuerdo de cuando la estudiamos en los rudimentos de botánica de los años de la primaria anteriores al Ingreso.


Hagamos una sencilla traslación de nombres y el párrafo segundo lo escribimos tal que así: Allí se describía un hecho: resulta que cuando nacemos, venimos a este mundo y al acontecimiento se lo adorna y celebra con un hermoso ramo de órganos genitales de las plantas. Los órganos genitales de las plantas nos acompañan a lo largo de nuestra vida y cuando nos entierran, el féretro que va a ser depositado en la tierra, en un nicho, en un panteón familiar o va a ser quemado, va a ser acompañado por coronas de órganos genitales.


En un ejercicio sencillo de atención memorística podríamos multiplicar dicha traslación y nos encontraríamos con: Mayo es el mes de los órganos genitales. El ramo de órganos genitales de la boda no lo atrapó nadie. Los órganos genitales del jardín son preciosos…


Vamos que la ‘moraleja’ del ejercicio está a la vista: la sexualidad, genital, la genitalidad, los órganos que conforman la función posibilitadora de la reproducción biológica, sea en el mundo vegetal o en el mundo animal (sin que pretenda un estudio exhaustivo del fenómeno reproductor), tienen un marchamo de entidad, de realidad, empapada de esa vertiente apreciada que llamamos belleza. Y así la llamamos pues despierta un sentimiento de bienestar y de placer de los sentidos (la vista, los aromas, las texturas…). No olvidemos que los sentidos son las ventanas de nuestro pensamiento y de nuestro sentimiento y de nuestros afectos y de nuestros valores y de nuestro espíritu.


Esa primera página del libro fue una revelación y una rebelión contra el oscurantismo que las doctrinas al uso rondaban por mi pensamiento desde muy niño en el contexto del decálogo de Moisés con el subrayado machacón del mandamiento número seis, el sexto. La genitalidad participa de la realidad empírica de la hermosura de las cosas. No es mi pretensión dilucidar la sexualidad genética, ni la genérica, ni la que deviene (en definitiva la elección personal siempre tiene su papel fundamental) consecuente a la libertad de cada ser humano.

Solamente quiero compartir una página que leí a la sazón cuando rondaba mis veinte años y andaba más despistado que un pulpo en una cacharrería. Ciertamente aprendí que las flores constituyen una de las manifestaciones preciosas del don y la experiencia de la vida que en ellas posee una espectacularidad de cine. Bendita genitalidad.
Joseluis Porcar


Satirion o testículos de perro-Orchis morio.


BOTÁNICA OBSCENA


Estas orquídeas reciben su nombre del griego όρχις "orchis", que significa testículo, por la apariencia de los tubérculos subterráneos en algunas especies terrestres..

dijous, 9 de març del 2017

La profanación (José Luis Porcar)

.El tema que estos día me da vueltas en mi pensamiento, en mi corazón, y que quisiera traducir a palabras lo inicia una conversación con un amigo, José María Monzó, sobre la liturgia católica, especialmente la que integra el memorial de la última cena de Jesús en el que se pronuncian las famosas palabras de la consagración que, recuerdo, adquirían una resonancia de emisión muy singular hasta alcanzar límites sonoros imposibles. Y resulta que dicha conversación sucede en este contexto del carnaval. A ver que no es aquello de que san José era carpintero, luego seguro que fabricaría confesonarios, por tanto hablemos, hermanos míos, de la confesión… sino que la coincidencia de un cruce de frases tiene lugar en este tiempo de carnestolendas inicial de la cuaresma.

En los carnavales de Las Palmas de Grancanaria la agencia Efe relata esta noticia:
Las Palmas de Gran Canaria
Cientos de fieles han respondido hoy abarrotando la catedral de Santa Ana a la llamada del obispo de Canarias, Francisco Cases, quien ha oficiado una misa de desagravio tras la "blasfemia" que, a su juicio, cometió el Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2017 al vestirse de la Virgen y de Cristo crucificado.
Después de que pidiera públicamente perdón a las víctimas del vuelo de Spanair por haber escrito que el espectáculo que ganó la Gala Drag Queen de este año, el interpretado por Drag Sethlas, le había apenado más que ese accidente aéreo, unas palabras de las que se ha arrepentido "sinceramente", la misa oficiada hoy por Cases incluyó unas plegarias en recuerdo de los 154 fallecidos en ese siniestro aéreo.
Sentados y de pie, cientos de fieles han respaldado con su presencia el sentir expresado por el obispo, quien ha calificado el espectáculo drag como una grave ofensa para la fe cristiana.
En su homilía de hoy, Cases ha recordado la que ofreció el 8 de septiembre de 2016, día de la patrona de Gran Canaria, la Virgen del Pino, para afirmar que "la Iglesia diocesana quiere mirar la sociedad y la misma Iglesia con los ojos misericordiosos de la Virgen que invocamos en la Salve".
"Quiere ser comunidad de perdón, de acogida, de cercanía, de sanación de heridas, comunidad que trata con misericordia porque hemos visto en Jesús el rostro de la misericordia de Padre Dios, que nos trata con misericordia a nosotros", ha dicho.
Entre el numeroso público congregado en la catedral de la capital grancanaria se encontraba el exconsejero del Cabildo Melchor Camón, del PP, y también el ganador de la primera gala Drag Queen de la ciudad, Carlos Menéndez, que fue el portavoz de uno de los jurados del concurso de este año.
A su entrada al templo, Menéndez dijo a los periodistas que, como creyente, acudía a la misa para escuchar en primera persona lo que iba a decir el obispo.
El propio Cases también ha subrayado a su entrada a la catedral que una misa es "un tratado de paz".
Lo que me remueve las entrañas, sí y que me hace entrar en tensiones y cabreos aunque no me duran mucho (y vuelvo a la calma de mantener la mirada con serenidad…), lo que me remueve digo es el tema de la fe reducida a fórmulas, a verdades amontonadas, a discursos apretados de conceptos que encima tienen el veredicto inamovible de una revelación divina y una confirmación sagrada de la autoridad de la iglesia en su jerarquía más alta. Para postre queda constancia en la quintaesencia más exquisita y contundente de dicha ‘fórmula fidei’: los cánones del derecho canónico.

Ideas, conceptos, paradigmas, frases apodícticas, discursos mentales, credos y catecismos… Todo un aparataje enorme, sólidamente construido,…

Pues no, no me lo creo, no es así, de solidez no tiene nada, de verdad tampoco. Se trata de un reduccionismo absolutamente letal, el que origina la abstracción de la realidad viva vehiculizada por los conceptos. Muerte, fantasmas, malabarismos especulativos, palabrerías sin fin, construcciones de cartón piedra, en definitiva una verdadera jaula, un brutal cerco de murallas que asfixian la única realidad sagrada que existe, que no es otra cosa que el cosmos, y en él cada uno de los seres, pequeños o grandes, que viven, laten… entre los que estamos nosotros los seres humanos.

En resumen el catecismo, y con él las ‘celebraciones’ litúrgicas son auténticas piezas fósiles de museo. Es prácticamente imposible hacerse cargo de ellas, o sea, sentirse vivo en ellas, con todos los matices afectivos, sensitivos, sentimentales, creativos, imaginativos, plásticos, musicales, expresivos… que cada uno de nosotros, seres humanos, podemos originar desde nuestra persona. En ellas estamos muertos, solamente funciona nuestra mente para asentir y mover la ficha que está prescrita, en la rúbrica, (en rojo candente), en el ritmo, velocidad y sentido que toca, y claro está (enorme corrupción “generosa”) con la consiguiente obtención de los kilos de gracia pertinentes que aseguran la diana de la salvación eterna.

"...solamente funciona nuestra mente para asentir y mover la ficha que está prescrita, en la rúbrica, (en rojo candente)..."

¿La fragilidad, la debilidad, la responsabilidad, el aprendizaje por ensayo-error, el asumir el fracaso, el gozo del ajuste creativo que acontece por la energía que cada persona libera desde su realidad humana…? Que va, eso queda descartado, no entra en la realidad sacramental, ni en la doctrinal, basta con el ‘ex opere operato’ que garantiza la insignificancia y la inmovilidad, es decir, la muerte por inanición. Eso sí, la atmósfera está llena, hasta los topes, de ideas bien trabadas que aseguran la salvación. Recetas, formulaciones, verborreas, discursos que se repiten hasta la saciedad y que se apoyan en realidades ‘sagradas’, ‘divinas’.

Pues entiendo que no hay apenas territorio para la presencia humana, que el sistema soteriológico de lo que llamamos fe católica, teológica, kerigmática… se reduce a un sistema, a un constructo, racional, de pensamiento trabado, que se desarrolla en normas, en reglamentos, en preceptos, en círculos viciosos, uno de cuyos exponentes principales (analogatum princeps le llamábamos en escolástica) es el templo.

He ahí pues la profanación, puesto que la presencia del ser humano queda anulada, queda excluida, queda aplastada, ignorada, aherrojada, envenenada de muerte por la atmósfera asfixiante del ‘ex opere operato’.

Nadie se hace cargo de nada, nadie aprende, nadie reconoce su propia debilidad, nadie goza compartiendo su alegría de sentir la vida y el placer de crear. El ex opere operato ha impedido que la acción humana se ponga en marcha puesto que ya se ha producido la meta en las propias narices. No permite la duda, la imaginación, el ensayo. Lo tiene todo atado y bien atado. La culpa no deviene marca de responsabilidad ante el error o el fracaso o la inconsciencia sino que es el icono generador del castigo eterno y de la ofensa a la divinidad. En consecuencia todo sigue igual que antes, nada ni nadie cambia, no hay movimiento, la vida, la ética humana pertenece a otro territorio, no se expresa en el mapa disparatado del ex opere operato Se ha profanado, no me canso de repetirlo.

Insisto en que la verdadera profanación se produce cada vez que no se respeta la inestimable y frágil libertad de nuestra humanidad, que los cristianos creemos, intuimos, experimentamos como un abismo en la persona de un chico lejano y cercano, un tal Jesús de Nazaret. Y no se respeta nuestra humanidad cuando se le entrega un recetario de ideas, verdadera camisa de fuerza, que encima queda como una piel sin poros gracias al ex opere operato. No es posible la vida, no hay vida, se ha profanado definitivamente. Y la misa es un compendio de esta profanación a la que me refiero.
Los textos periodísticos que he copiado, uno antecede y el otro sucede a esta diatriba (del griego ‘diatribé’=debate) en la que darle vueltas al tema de la profanación ha sido mi objeto. Los textos, digo, tienen perlas como: ha oficiado una misa de desagravio - Cientos de fieles han respondido hoy abarrotando la catedral - la misa oficiada hoy por Cases - Menéndez dijo a los periodistas que, como creyente, acudía a la misa para escuchar en primera persona lo que iba a decir el obispo - una misa es "un tratado de paz".
O como: El Arzobispo de Valencia realizó estas manifestaciones en la fiesta del Cristo de Medinaceli en la parroquia Santa María del Mar de Valencia organizada por la cofradía del Cristo de Medinaceli de la Semana Santa Marinera de Valencia, donde realiza la visita pastoral.
Y en cuanto a los hechos de carnaval de Gran Canaria, no es una estética que me guste y entiendo que pueden provocar rechazo pues acuden a iconos centrales de la cristiandad. Y quiero hacer constar otra vez que no han sido ellos, con los consiguientes textos de la prensa, el motivo de las revueltas en torno al tema de la profanación sino que, como he dicho al inicio, una conversación con un amigo sobre la plegaria en una asamblea cristiana me atrapó y ha ido fermentado en esta reflexión.
  José Luis Porcar
Cañizares: "Necesitamos un cambio en la sociedad para que la ofensa no se encubra en la libertad de expresión"
El Arzobispo de València pide que se perdone "y pidamos por los que cometieron la ofensa" en el Carnaval de Canarias.  05.03.2017 |
El cardenal Arzobispo de València, Antonio Cañizares, ha señalado que "necesitamos un cambio en nuestra sociedad donde no se instrumentalice la libertad de expresión, amparándose en ella para la ofensa, o que la ofensa se encubra bajo la libertad de expresión, para actuar impunemente".
El Cardenal Cañizares ha indicado que "se trata de una reflexión general. Estamos en un momento donde se necesita un cambio y una reflexión acerca de qué sociedad estamos haciendo. En particular, en cuanto a los sentimientos religiosos, parece que todo esté entendido simplemente como burlesco o transgresor".
El Arzobispo de Valencia ha señalado que "en el caso de Canarias ha habido muchos testimonios de personas no creyentes que han rechazado este hecho lamentable y se han solidarizado con los sentimientos de los miles de españoles que hemos sentido un profundo dolor por este escarnio tan grave, y tan innecesario para la propia fiesta de Canarias".
"Confieso -ha afirmado- que no se entiende que a estas alturas y en un país como el nuestro sucedan tales cosas impunemente. Se trata de algo objetivamente reprobable, que está indicando qué mundo estamos haciendo. Deberíamos hacernos una reflexión de por qué están sucediendo estas cosas en nuestra sociedad española. ¿Qué nos está pasando?.Se trata de algo objetivamente ofensivo, y que está indicando que estamos necesitados de un cambio".
El Cardenal Cañizares ha pedido "que como en la misericordia de Dios perdonemos, y pidamos por los que cometieron la ofensa en el Carnaval de Canarias, porque no saben lo que hacen, por los que aplaudieron, por los que premiaron la ofensa o trataron de disculparlo amparándose en la libertad de expresión, en el sentido burlesco y ´transgresor' del Carnaval".
El Arzobispo ha agradecido las muestras de los valencianos que se han sumado al acto de desagravio del Obispo, D. Francisco Cases, "que ha sufrido como padre y pastor, que quiere generosa y hondamente a su pueblo, el pueblo canario hermano y querido, también ofendido por este lamentabilísimo y condenable hecho. Debería hacernos pensar qué nos está pasando?¿No nos sucedió a nosotros algo semejante el pasado año, con total impunidad en Valencia?.
"Han atacado duramente mucho más allá de nuestros sentimientos religiosos, merecedores de todo respeto. Han atacado, herido y ofendido la realidad que es centro de todo, la de Jesucristo Crucificado y su Santísima Madre, la que se nos dio como madre de todos, junto a la Cruz. Esto es lo que más debería dolernos a todos. Por ello, exigimos respeto y rechazamos estos hechos tan reprobables, actúe o no la ley como debe, estén por medio los intereses o las visiones que se quiera".
El cardenal Arzobispo Cañizares ha hecho un llamamiento "a que tengamos una buena formación para que podamos explicar a la sociedad nuestro testimonio, porque nuestro sentimientos religiosos son merecedores de respeto. Hagamos una llamada a vivir más hondamente nuestra fe, para que seamos testigos de la verdad".
El Arzobispo de Valencia realizó estas manifestaciones en la fiesta del Cristo de Medinaceli en la parroquia Santa María del Mar de Valencia organizada por la cofradía del Cristo de Medinaceli de la Semana Santa Marinera de Valencia, donde realiza la visita pastoral.

dimecres, 8 de març del 2017

ME ESTÁS HACIENDO LA PASCUA. Jose Luis Porcar Perales.

A finales de marzo del año pasado escribí un comentario que ahora quiero expresar en Nihil Obstat, pues viene a cuento a partir de los responsables del autobús que adoctrina sobre la pilila y el parrús. Tal cual dice así:
HazteOír.org. Esta organización, o lo que quiera que sea, me envía mensajes que, a menudo, descarto antes de leerlos.
Y, esta vez, he leído la felicitación de pascua que copio:


Todos los miembros del equipo de HazteOir.org. queremos desearte una feliz Pascua de Resurrección.
Para los que tenemos fe, la resurrección de Cristo el Domingo de Pascua es el día más relevante de la historia de la humanidad. Es la prueba de que la promesa de la vida eterna es cierta. Es la prueba de que los que luchamos por la vida, la familia y la libertad, al final, ganaremos.
Los laicistas quieren que ocultemos este hecho, que lo escondamos. Pero, como ya sabes, en HO hacemos poco caso a los laicistas. 
Tenemos mucho trabajo por delante... Pero antes de seguir, quería desearte una muy feliz Pascua.


A ver. No entiendo nada. Es decir sí que entiendo que las personas que escriben este texto, que me envían, no comparten mi fe. A ver, no estoy compitiendo con nadie, ni quiero ‘ganar’ lucha ninguna. Mi propuesta de vida, de familia, de libertad, se cumple con mi aprendizaje, con mi caminar, con mis esfuerzos, con mis fracasos. Y mira por donde hace poco me he ‘apuntao’ a Europa laica. Apoyo por tanto a un grupo laicista. En ningún momento les he oído, ni leído que hay que ocultar el hecho del domingo de pascua. Sí que comparto con ellos, y con muchas personas también creyentes en Jesús, que no debemos imponer ni la pascua, ni otras experiencias.

Por otra parte, no consiento que el día de Pascua sea el más relevante de la historia de la humanidad. Es una fiesta que trae a la memoria y celebra una vivencia de los seguidores de Jesús que la manifestaron de muchas maneras y que expresaba su experiencia de que Jesús seguía vivo. Sí que es relevante. Y también es relevante el big bang, la declaración universal de los derechos humanos, la abolición de la inquisición, la declaración de libertad religiosa en el concilio vaticano II, y todos los hechos que iluminan la historia personal o de una comunidad.
Y de ninguna manera consiento en que la resurrección de Jesús sea la prueba de nada. La fe no se juega en la conclusión de un silogismo, o de una prueba científica resolutiva. Por tanto no es la prueba de que la promesa de la vida eterna sea cierta ni de que al final ganaremos una lucha contra no sé qué enemigos o enemigas, abanderados de la muerte, el caos y la esclavitud. No es la prueba. Es una vivencia, una experiencia de quienes, seguidores de Jesús, lo encuentran vivo en su propia vida, y así lo manifiestan, atestiguan y celebran. Y lo trasmiten, y, de ellos y ellas lo recibo.

En HO se cuecen mensajes que en mí producen un claro y contundente posicionamiento: no comparto ni su contenido ni su expresión y por tanto el sentido de la pascua que HO proclama.
Joseluis Porcar


dimarts, 7 de març del 2017

JOSÉ LUIS LAZCANOITURBURU (Autobiografía)



Acompaño también una pequeña autobiografía que él mismo aportó para el colectivo de curas obreros, hace ya diez años, pero es encantador y lleno de humor, como era él.
Su recuerdo  y su ejemplo siguen siendo para  quienes le hemos conocido, una referencia.
Adiós, José Luis. 

Deme Orte 

(Haz clic sobre la palabra "foto")

Soy hijo de una familia numerosa. Conocí de pequeño los avatares de la más que triste guerra civil. Al final de la misma ingresé en el seminario que los Canónigos Regulares de Letrán (qué bien suena esto) tenían en Oñate, mi pueblo natal.
En dicho seminario, con más calor humano, porque los seminaristas éramos casi todos cercanos, hijos de la postguerra, hambre y poca chicha, con más calor humano repito que pretensiones académicas, terminé mis estudios y me ordenó sacerdote el Obispo catalán Font Andreu en el glorioso año eucarístico del Congreso de Barcelona. Los que sean de mi quinta, más o menos, se acordarán del glorioso cántico de “De rodillas…”


Del 51 al 61 ejercí en el Seminario, que “me maduró”,  de profesor de latines y otras historias con algún carguito de promedio como ayudante de maestro de novicios, de profesos, o de seminaristas.
El año 61 me levantaron a los altares con un cargo que suena muy bien, pero que en realidad no era nada: Rector del Colegio Internacional de los Canónigos que iban a Roma a cursar carreras académicas en la Gregoriana, Angelicum, Bíblico, etc. Allí estuve con ese cargo del 61 al 64. Me sirvió mucho mi estancia en Roma, porque tuve la suerte de convivir con un gran hombre, Canónigo Regular, Giuseppe Riccioti, autor famoso, sobre todo en ese tiempo, de la vida de Cristo, Historia de Israel, Vida de San Pablo, de Jiuliano L´Apostata (La próstata decía él con gracia), Biblia y no Biblia, etc. etc.
Fue rica la convivencia, no por sus escritos, sino que a “pesar de ello” era un santo y sencillo varón, con quien recé gran parte de mis rosarios, en altas horas de la noche, cuando enfermo de próstata, me llamaba para hacerle compañía en sus largos insomnios. Rezábamos, bebíamos una copita de anís y me decía: Giusepino, questo fa bene.


En los años de Roma conocí al Cardenal Traglia “Obispo de Roma” que iba a visitar a menudo a Riccioti en su larga enfermedad. Recuerdo una vez que dejó sus capisayos para que los colgara en el perchero y le decía graciosamente a Ricioti: Giuseppe, si cuelgo todos mis capisayos en la percha y me pongo como hizo mi madre, el barrendero de la esquina de la calle y yo “iguales”. Por eso Riccioti no aceptó el cargo cardenalicio que varias veces le quisieron “regalar”, porque decía que esos capisayos eran “molto pessanti”. A parte de la relación personal con el citado santo varón, murió estando yo en Roma.
Tuve la suerte de hacer cursos cortos de espiritualidad en la Gregoriana y facultad de Espiritualidad de los Corazonistas. Conocí en aquel entonces a Díez Alegría, Alfaro Harin, profesor de moral, que venía al Colegio como confesor de los estudiantes. Estuve en la apertura del Concilio y estando allí murió Juan XXIII en cuyo entierro estuve presente. También tuve la suerte de participar en la eucaristía de la canonización de Fray Escoba, el indiecito, que subió a los altares más que ser fraile ejemplar, doctor en la “teología de la escoba”.
Cuando salíamos solemnemente, acabada la ceremonia de la canonización, yo con capisayos rojos por ser Canónigo, me vio casualmente un amigo del pueblo que había ido a Roma de viaje de bodas, y al verme me dice: “José Luis, qué haces ahí vestido de payaso.


Al cabo de tres años de vida romana, volví a Oñate, con el cargo de Maestro del seminario donde estuve en ese cargo en compañía ya hasta ahora de mi inseparable Antón. Con razón nos dicen ya a estas alturas que somos pareja de hecho.


El año 68, por avatares de la vida y cuyo relato no viene a cuento, aunque supuso todo un cambio en nuestras vidas, caímos en el Barrio del Cristo donde tuvimos como primeros compañeros de vida a Antonio Andrés que ya tenía su comunidad y Salvador Aguilar, Párroco del “Barrio de la cuchillada” como le llamaban en aquellos años.
Después de los primeros cuatro meses con ganas de nuevos horizontes, nuestro trabajo se limitaba a visitar algún enfermo, catequesis, oficina parroquial y no mucho más, y viendo todas las mañanas que el Barrio se quedaba vacío porque todo el mundo, andaluces en su mayoría, iba a ganarse su pan, los hombres a la construcción y las mujeres a fregar, tomamos la decisión de ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente, igual que todos los parroquianos, ya que de la sacristía no podíamos comer porque era “una vaca que daba poca leche”. Empezamos a trabajar como peones en la construcción porque “nuestra carrera” no nos había habilitado para un trabajo. Al poco tiempo nos dimos cuenta que en vez de saber lo que era la teología de la liberación, el trabajo de cada día nos iba liberando de la teología que habíamos estudiado.


En la experiencia de mi trabajo me ha tocado hacer labores más variopintas que podría imaginar. Después de dos años de trabajo en la obra, me hice cargo con un chaval de doce años, hermano mayor de una familia numerosa, de una mula parda y un carromato, con lo que nos dedicábamos en dos años largos, sacar escombros de las fábricas de cerámica de Manises. El jornal nos repartíamos en tres partes: una para la mula – carro, otra para el chaval y la tercera para mí.  El dueño de la mula, padre del chaval, compañero de trabajo, me enseñó la “carrera “ de carretero con dos palabras. Arriaca “palante” y sacarrere “patrás”. Y con cuatro tacos que me enseñaron los gitanos, compañeros de faena, aprendí a manejar la mula y el carro. Cuando en verano iba por las calles de Manises en pantalón corto y sin camisa, un dentista que después se hizo amigo, decía al verme pasar: He ahí un Canónigo. Y las beatas a su vez decían: He ahí un cura depradado. Al cabo de un año murió reventada la mula y en vez de comprar otro animal, nos dejó un dunper para que siguiéramos con la faena. A parte de sacar escombros de las fábricas, me dediqué también a vender melones y sandías por las calles de Manises y Quart de Poblet. Pobre Petra, mi madre, que seguro Dios la tiene en la gloria, me decía: Tanto estudiar para tan “poca cosa”, hijo mío.


A los dos años tuvimos que dejar ese trabajo por falta de escombreras cercanas, y volví a trabajar de peón en la construcción. Más de una vez me colgaron de los cataplines sin saber que era cura, y decían: Al mejor de los curas colgado de ahí y con cuerda de guitarra. Cuando se enteraban al cabo del tiempo que era cura, quien más quien menos, había sido monaguillo en su tiempo.


El año 1982, los Traperos de Emaus de Pamplona vinieron a Valencia en verano, con la finalidad de concienciar a la gente de que muchos de los residuos sobrantes de sus casas, podrían ser recuperados para su nueva utilización, evitando así ser desechados con su riesgo de empeorar el medio ambiente que nos rodea, y al mismo tiempo ofrecían esa labor a marginados y personas con dificultades de entrar en el mundo laboral. Les resultó positiva la experiencia de los tres meses, y lo recaudado en ella, entregaron  a una cooperativa de Sagunto.


A raiz de esto, un grupo de Comunidades del Barrio del Cristo, entre ellos Eutiquio y Antonio Andrés, pensaron dar continuidad a la labor temporal de los Traperos de Pamplona, y me insinuaron si estaba dispuesto a emprender esta tarea junto con otros cuatro: Uno, exlegionario y recién salido de la cárcel de La Coruña, hijo de un barrendero compañero de Eutiquio, otro recogedor callejero de cartón – chatarra, por lo tanto con bastante “carrera” en el tema, y otros dos jóvenes que vivían fabricando pequeños objetos cerámicos que vendían en los mercadillos.
Con la filosofía de empeñarnos en contribuir con nuestro pequeño esfuerzo a evitar el deterioro de la naturaleza, y que ese trabajo fuera destinado, en caso de que el proyecto fuera adelante a gente marginada, emprendimos la marcha en marzo del 83.


A partir de esa fecha hasta hoy 2007, hemos caminado y progresado lentamente con nuestras dificultades, y ahora somos  dieciocho los que llevamos las tareas del Rastrell, nombre con que denominamos a nuestro proyecto. Hemos tenido como compañeros de trabajo a muchísimos jóvenes de todo tipo. Algunos salidos de la cárcel; estuvieron con nosotros alguna temporada y volvieron otra vez a sus chabolos carceleros y han muerto de sida. Otro Brasileño, muy majo por cierto, agobiado por problemas familiares, sobre todo por su madre que dormía en la calle, se nos ahorcó. Otros, después de trabajar en recogida y reciclaje, volaron a otras faenas.


Y qué objetos recogemos? De todo. Porque nos sobra de todo. Para muestra de la diversidad de objetos reciclados, hemos recogido desde un solideo auténtico de PioXII hasta un orinal. Vaya si hay gamas de posibilidades entre uno y otro. Por cierto, el susodicho solideo lo recogimos en el palacio de los Condes de Trenor, a quienes en una de las audiencias papales, les obsequiaron con dicho regalo; y ahora al cabo de los años, a los herederos no les decía “dicho trasto”. En vez de ponerlo en venta en nuestro Rastro, se lo regalamos al Obispo Sanus, relegado en la Diócesis por sus “ideas progres”


En la actualidad, ya jubilado, continúo trabajando en el proyecto haciendo faenas que no exigen esfuerzo físico hasta que la “máquina” aguante y diga como Diamantino: “Me voy”



divendres, 3 de març del 2017

El trenet de Moncada (Joan Llopis)


Per si te servix com a comentari del teu melancòlic article, t'envie estes notes i estes fotos extretes d'Internet. JOAN LLOPIS PASTOR.


El trenet de Moncada podem dir que ha sigut testimoni de diverses generacions d’estudiants que han passat pel Seminari d’esta població de l’Horta de València. La seua imatge ha sigut central en els anys que ha durat la carrera de cada estudiant. Les finestres de moltes habitacions donaven a la via i la visió del trenet era un element més de les vesprades d’estudi i de molts moments dels caps de setmana, veient passar trenet a munt i trenet avall a cada poc de temps (el trenet finalitzava el trajecte en l'estació de Bétera). Me vénen a la memòria aquells versos de Machado: “Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales”


En les vesprades dels dies de festa i de cap de setmana el véiem passar amb joves que anaven a València de parranda. Nosaltres estàvem mentalitzats que això no era per a nosaltres. I ens sorprenia que algú s’estranyara de què en  els nostres dies de joventut ho acceptàrem de grat. Recorde que es va incorporar al curs un xicot ja major (uns 15 o 16 anys), de Cocentaina, que es feia creus quan veia passar el trenet de gom a gom dissabtes i diumenges i ens deia: “Però no vegeu el tren carregat de xicones i xicons de festa i nosaltres ací, en les nostres habitacions,  llegint o estudiant? Açò no se pot aguantar” I ¡clar! ni tan sols va acabar el curs.

Era també un signe de alliberació i festa: en el trenet  anàvem a València si necessitàvem anar al dentista, a l’oculista ... que de vegades era una excusa per a eixir. Hi havia algú que trencava a postes els vidres de les ulleres per tal que el deixaren anar.  I en celebracions o excursions col·lectives a València també usàvem el trenet, on féiem tota classe de barrabassades pròpies de xiquets o joves per molt de sotaneta i beca que vestírem, fent exclamar a alguns viatgers o, millor, viatgeres: “Arreglada va l’església amb este personal”.

Com en tantes altres coses,  podem dir amb malenconia: “quin temps aquell que ha passat com un somni”

IMÁTGES



NOTA del Coordinador .- Crec que l'anterior article excedix els límits d'un comentari, tant per la seua extensió com pel seu contingut, que - al meu entendre - mereix la seua publicació com a "Entrada". E.H.M.


dijous, 2 de març del 2017

CACAU, TRAMUSSOS, FAVES i VI (Enric Herrero)



     El títol correspon a la traducció jocosa que, d'estudiants, feiem del acrònim CTFV, que apareixia pintat als vagons de l’antic “trenet” i al que correspon, segons crec, "Compañía de Transportes y Ferrocarriles de Valencia".


En l'antiga "estacioneta" s'exhibix actualment l'exposició "30 anys en moviment" que, entre altres coses, rememora eixe “trenet” de què molts de nosaltres vam ser usuaris.


Unes quantes generacions de col·legials tant del Patriarca (beca negra) com nosaltres els que érem coneguts com a "tomasinos" (beca roja) vam fer, en els quatre cursos de teologia, viatge diàri d'anada i tornada al Seminari.

Calcule "grosso modo" o més bé a "ojo de buen cubero" que seríem uns 16 seminaristes d'ambdós col·legis els que trafegàvem  diàriament en aquell vehicle de què, segons compten, F.Cubells deia que "era el tren més ràpid d'Europa, sempre que se li descomptaren les parades".

Podria seguir amb eixos càlculs, inútils però curiosos, més, com no vullc avorrir-vos més, millor deixe al vostre arbitri esbrinar quants minuts d'aquells anys de joventut es van consumir en aquells viatges.


Quants llibres es van llegir en aquell trajecte?, quantes assignatures es van estudiar i inclús van aprovar [o suspendre]? Quines conversacions i debats es van forjar? Com sol dir-se "eso nunca lo sabremos".

No teníem l'exclusiva. El col·lectiu de professors era també nombrós, fins al punt que el Seminari comprava els bitllets "ante praevisa merita" i després els distribuïa i els assignava segons les necessitats de cada docent.


I, per descomptat, els residents en el Seminari que, tornant als números, eren al voltant de 700 fent ús del "trenet" tant en l'àmbit personal com institucional.

Si tots estos records t'han posat en estat nostàlgic, no t'abellix pujar novament a un d'aquells vagons verds en què et podies penjar de l'estrep i assentar-te novament en un dels seus "confortables" seients?


Afanyat.
L'exposició acaba el dia 5.


Enric Herrero