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dilluns, 7 de febrer del 2022

CAMPOS DE TRABAJO. Ovidio Fuentes

 



Puestos a relatar las experiencias simultáneas estudiantiles y obreras de los años 50, diré algunos recuerdos:

Año 1956:


Dedicados a la repoblación forestal en el valle de Mena, al norte de la provincia de Burgos. Coincidí con 10 estudiantes madrileños, buenas personas y buenos estudiantes, apadrinados por el famoso P. Llanos de quien eran amigos.

Uno de ellos llegó a Ministro.

Al final nos fuimos unos cuantos a las fiestas de S. Sebastián. Nos resultaba imposible encontrar alojamiento. Vi la carpa del circo Price y allá que nos encaminamos a hablar con el Gerente, a ver si nos permitía dormir dentro, al finalizar la función de la noche. Y nos lo permitió, de manera que, cuando la gente salía, ya estábamos nosotros a la puerta esperando entrar. En la plataforma central con suelo de madera, y utilizando todas las almohadillas que quisimos, dormimos de maravilla. Por lo que le quedamos eternamente agradecidos.


Año 1957:

Lago Sanabria:




A 500 m. por encima del lago Sanabria hay un valle en el que se construyó un pantano. A los estudiantes nos subían y bajaban en vagonetas. El río Tera, que circula por el fondo de dicho valle, desemboca en una gran catarata, que se despeña sobre el lago y un pueblo a su vera: Ribadelago. Tal vez viene a vuestra memoria con esta palabra el desastre de la presa que reventó dos años después y se llevó por delante casas y personas.


Restos de la presa.

 

El desastre (pincha sobre las letras resaltadas)

 

Fotos

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La noticia y comentarios:

(pincha sobre las letras resaltadas)

 Nosotros estuvimos construyendo un canal para dicha presa. La primera noche, sin mantas, tapado con toda la ropa que tenía, la pasé tiritando.

 

Año 1958:

Mi amigo, ya fallecido, y yo intentábamos aprender francés trabajando en Francia. El sindicato vertical de aquel entones nos proporcionaba contrato para trabajar durante un año; pero solo queríamos estar un mes, por lo que no lo aceptamos. Y nos fuimos alegremente a Francia en autostop a buscar trabajo. Tuvimos la gran suerte de que el coche que nos dejó en París, lo hizo a muy poca distancia del colegio internado donde nos íbamos a hospedar.

Durante una semana buscábamos las ofertas de trabajo publicadas en los periódicos. Con nuestro pasaporte de turista nadie nos contrataba. Contactamos con un catalán comunista, que nos proporcionaría trabajo al lunes siguiente.

Pero el domingo por la mañana me asomé a la ventana que daba al patio interior, y descubro con gran sorpresa a dos condiscípulos y grandes amigos (actualmente también) solitarios con la mirada perdida en mitad del patio. Les busqué comida y habitación. Y nos unimos a ellos, que sabían a donde iban.

Se dirigían a un campamento alemán internacional de estudiantes para trabajar en un cementerio de guerra de Normandía: Champigny-la-Futelaye cerca de Evreux.

Y allá que nos fuimos en autostop.

Este campamento dependía de la organización  Kolping, y su lema era “amistad más allá de las tumbas”. Hacía pocos años que había terminado la segunda guerra mundial, y estábamos en Francia, enemiga de Alemania. En nuestro turno no hubo estudiantes franceses.

Adolfo Kolping fue un sacerdote católico que creo en 1850 una organización para atender necesidades sociales. Hoy son 400.000 socios que trabajan en 60 países. En 1991 fue beatificado por el Papa Juan Pablo II en Roma.

Mi amigo y yo nos presentamos al jefe de campamento para preguntarle si nos aceptaba. Nos aceptó y pagó el viaje con billete de tren, ida y vuelta, desde nuestro domicilio hasta el campamento.

En mitad de los campos de trigo había uno de 6.000 cruces, con soldados enterrados de ambos bandos. Ni siquiera estaba vallado. Nuestro trabajo fue hacer la zanja para vallarlo.

Encontramos una placa de plomo que llevan los americanos colgada al cuello para identificarlos. La mandamos a la embajada americana.

Me hice muy amigo de un alemán que dormía en la misma tienda de campaña donde éramos 10. Un día me preguntó que de quién creía yo que era la música que estaba silbando. Me sonaba a Bach. Y así se lo dije. ¡La había compuesto él!

Vivía en Emden, al NO de Alemania, a donde me invitó, cosa que no acepté, no sé por qué. Todos los años asistía con sus padres a las representaciones de óperas de Wagner en  el festival de Bayreuth.

Luego nos escribíamos en francés, hasta que en su última carta me anunciaba que se hacía seminarista. Era protestante. A pesar de mi insistencia en continuar siendo amigos, no me escribió más.

Se ha jubilado como pastor evangelista, ha creado una orquesta de mandolinas, ha grabado varios discos, se le puede oir cantar y tocar la guitarra en Youtube, ha creado un coro de ancianos que cantan canciones muy fáciles en las que no hay semitonos, etc.

Cenábamos a las 7, por lo que podíamos acostarnos a las 10, después de haber visto una película en el próximo pueblo.

Como premio, a los 15 días, en bus nos llevaron a la Expo Internacional de Bruselas. Pudimos admirar el atomium y lo mejor que cada país podía ofrecer.

El viaje terminó en Colonia, base de la organización. Y desde allí, siempre en autostop, entramos a Francia por Metz, fuimos hacia el oeste, de turismo, y entramos a España por Lourdes. Crucé la frontera a pie con la maleta en la mano, porque el coche que me trajo no podía cruzar la frontera, y desde allí hasta Valencia con unos franceses que venían de vacaciones.

40 años después hice un viaje de turismo por Normandía para visitar la zona de desembarco, el museo, etc. Volví al cementerio alemán, que está completamente transformado.

Ahora hay: 19.794 enterramientos todos alemanes, (el más numeroso de los 6 cementerios alemanes que hay en Normandía) vivienda para el conserje, capilla, sala de estar con una lista por orden alfabético de varios tomos, batallas de donde proceden, etc.

Hay una empresa que va recorriendo todos los cementerios alemanes en el extranjero con el fin de adecentarlos; incluido el español, donde están todos los alemanes muertos por motivos de guerra en España y sus costas. ¿Dónde creéis que puede estar el cementerio alemán en España?...Pues, al lado de su Emperador, Carlos V, cerca de Yuste, donde también está el cementerio italiano.

Aquel verano hice unos 5.000 km. y volví a casa con más dinero que me llevé.


Ovidio Fuentes

  

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