En mi tiempo de Superior del Seminario, de los que ya estaban [JOSÉ SAMBARTOLOMÉ BOIRA] fue mi mejor amigo.
Era muy inteligente, bondadoso, muy abierto a las nuevas corrientes culturales y teológicas. Un buen psicólogo que ejercía en privado.
Sufrió mucho en su secularización por el prestigio que tenía en el Seminario. Estuve muy cerca de él pues conocía a quien fue su pareja, Maribel, también una excelente persona y sé que han vivido muy felices.
También soy conocedor de su vida de fe que ha mantenido durante su caminar por esta tierra incluso participando con actividades de su parroquia de L'Olleria.
Pienso que se ha ido una persona muy culta, libre y responsable. Auténtico con un sentido del humor muy pronunciado que en las cercanías resultaba de gran contraste humano.
Le digo adiós desde aquí con la seguridad de que permanecerá en mi memoria y en la de muchos.
Que descanse en paz y que permanezca donde él quería y deseaba: junto a quien él llamaba PADRE.
José Maria Monzó
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