Los niños como escudos humanos, como terroristas, el suicidio infantil y la multitud de niños abandonados.
Esta vez creo que con el título sería suficiente y sobran mis elucubraciones. Un solo niño inocente muerto lo dice todo. Si son cientos de miles, no hay palabras ni explicaciones
¿Como se puede explicar, si es que tiene alguna explicación, este fenómeno en nuestras sociedades actuales?
Para quienes lo promueven sí que tiene una explicación que además es religiosa. Si les convencen a los adultos es por el maldito fanatismo, si se convence a los niños es simplemente por el abuso de su candor e ingenuidad. Lo hacen además obedeciendo a un mandato divino que aceptan como bueno por ignorancia, que aquí llamamos ingenuidad.
Verdaderamente ponen la carne de gallina las noticias que aparecen de vez cuando en los medios de comunicación al respecto.
La unión entre la miseria social en la que viven y la fe ciega en la voluntad divina les condena a crueles sacrificios.
Los malvados intérpretes de la voluntad divina son los que andan más o menos conscientemente manipulando la inocencia de los niños, lo hacen impunemente porque lo hacen desde el mal supuesto conocimiento de la voluntad divina sobre los hombres.
Antes de dirigir la vista a otro lado conviene considerar que es bien curioso que los dos fundadores de las religiones: Jesús y Mahoma que están en la base de este secular litigio: el cristianismo y el islamismo fueron defensores apasionados de la inocencia y de la obligada piedad hacia los niños.
He rastreado en los dos libros sagrados de estas dos religiones: el Evangelio y el Corán donde se habla de los niños y no he visto la más minima intención de abusar o manipular la inocencia de los niños.
Mahoma que fue huérfano y que se crió los primeros años de niño con su nodriza que murió cuando aún era pequeño, considera como las dos primeras obligaciones reverenciar 1ª cuidar, defender y educar los padres a los niños y viceversa, 2ª los niños ayudar respetar y acompañar a los padres en su vejez, para constituir un núcleo sólido de amor y respeto mutuos..
Jesús en los Evangelios también lo deja todo bien claro en estos pasajes de los tres Evangelios Sinópticos.
“Y le traían a los niños muy pequeños para que los tocara, pero al ver esto los discípulos, los reprendían. Mas Jesús, llamándolos a su lado, dijo: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios. En verdad os digo: el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él” Y aún hay una versión del Evangelio de San Juan en el que a Nicodemus le dice: “si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos.”
¿Cómo se explica y cual es la razón para que ocurran estas perversiones en ambas religiones. Pues bien los cuatro casos nos encontramos con la misma explicación; la fácil y eficaz manipulación del nombre de Dios.
Salvadas las distancias y teniendo en cuenta la gran diferencia de sus consecuencias, cuando la religión se entromete en la vida pública, nadie puede negar su peligrosidad. Valga sólo como ejemplo uno de los temas actualmente en litigio por parte de algunos Obispos en su empeño de criticar la ideología de género sin tener en cuenta el fomento de la “homofobia,” y con ella el fomento de violencia y los asesinatos, creados también por esa pretendida voluntad divina en un campo el de la moral natural, que es discutible en su raíz, pero injusta y peligrosa en sus consecuencias.
Analicemos cada uno de los cuatro grupos de niños atacados
1º.- Abandonados niños como simple liberación, y a veces incluso como único medio de supervivencia, cuando son un estorbo social y hasta como desesperada forma de negocio. Una de las últimas noticias en Mosul (Irak), es que miles de ello huyen desesperados dejando vivos y muertos entre los escombros.
2º.- Bullying escolar hasta el suicidio, como única forma de supervivencia. Siendo un tabú con numerosas causas, el suicidio infantil es un tema delicado y que muchas veces es difícil de diagnosticar. Apenas estudiado a nivel internacional, la incidencia del suicidio infantil parece, sin embargo, haber aumentado en los últimos años.
Así el Islam el corán y las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad de Dios hablan claramente acerca de la responsabilidad que viene con la crianza de un hijo. Es una obligación para los creyentes criar y cuidar a los niños “formándolos como seres humanos morales y rectos, seguros en el conocimiento de que son miembros valiosos de la raza humana y de sus familias en particular. Descuidar este deber puede llevar potencialmente a una persona lejos del camino de la rectitud y lejos de Dios.”
"...no matarán a sus hijos por temor a la pobreza, Yo me encargo de su sustento y El de ellos". (Corán 6:151)
3º,. Niños terroristas engañados por un fin guerrero de obediencia ciega, acatando a su dios con el fin de salvar a su pueblo y ganarse el paraíso.”
4º.- Niños escudos humanos. Elegidos para sacrificarse inmolándose sin posibilidad de elección también como arma defensiva. Apoyados en la fuerza, la ignorancia y cargados con bombas en su cintura para morir matando y sin escapatoria posible.
En definitiva un mundo, que por su naturaleza debería ser tierno y como dice el poeta “cargado de futuro” que es la infancia y precisamente en él se está hinchado de odio y crueldad. Es decir, en un campo sembrado de ternura, cultivar el odio y la amargura.
Curiosamente ambas religiones admiran y sobrevaloran a los niños y sin embargo ambas persisten en inducir por motivos ajenos a sus creencias religiosas a cometer atrocidades sobre la violencia de genero, que horrorizan.
Así pues de cuanto he dicho hasta ahora, se deduce la explicación al título que encabeza este artículo. La perversión de la ternura, la ingenuidad e inocencia en odio, violencia y muerte.
Ramón Gascó
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