RESPONSABILIDAD

Los artículos firmados expresan exclusivamente la opinión de sus autores.

dijous, 9 de març del 2017

La profanación (José Luis Porcar)

.El tema que estos día me da vueltas en mi pensamiento, en mi corazón, y que quisiera traducir a palabras lo inicia una conversación con un amigo, José María Monzó, sobre la liturgia católica, especialmente la que integra el memorial de la última cena de Jesús en el que se pronuncian las famosas palabras de la consagración que, recuerdo, adquirían una resonancia de emisión muy singular hasta alcanzar límites sonoros imposibles. Y resulta que dicha conversación sucede en este contexto del carnaval. A ver que no es aquello de que san José era carpintero, luego seguro que fabricaría confesonarios, por tanto hablemos, hermanos míos, de la confesión… sino que la coincidencia de un cruce de frases tiene lugar en este tiempo de carnestolendas inicial de la cuaresma.

En los carnavales de Las Palmas de Grancanaria la agencia Efe relata esta noticia:
Las Palmas de Gran Canaria
Cientos de fieles han respondido hoy abarrotando la catedral de Santa Ana a la llamada del obispo de Canarias, Francisco Cases, quien ha oficiado una misa de desagravio tras la "blasfemia" que, a su juicio, cometió el Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2017 al vestirse de la Virgen y de Cristo crucificado.
Después de que pidiera públicamente perdón a las víctimas del vuelo de Spanair por haber escrito que el espectáculo que ganó la Gala Drag Queen de este año, el interpretado por Drag Sethlas, le había apenado más que ese accidente aéreo, unas palabras de las que se ha arrepentido "sinceramente", la misa oficiada hoy por Cases incluyó unas plegarias en recuerdo de los 154 fallecidos en ese siniestro aéreo.
Sentados y de pie, cientos de fieles han respaldado con su presencia el sentir expresado por el obispo, quien ha calificado el espectáculo drag como una grave ofensa para la fe cristiana.
En su homilía de hoy, Cases ha recordado la que ofreció el 8 de septiembre de 2016, día de la patrona de Gran Canaria, la Virgen del Pino, para afirmar que "la Iglesia diocesana quiere mirar la sociedad y la misma Iglesia con los ojos misericordiosos de la Virgen que invocamos en la Salve".
"Quiere ser comunidad de perdón, de acogida, de cercanía, de sanación de heridas, comunidad que trata con misericordia porque hemos visto en Jesús el rostro de la misericordia de Padre Dios, que nos trata con misericordia a nosotros", ha dicho.
Entre el numeroso público congregado en la catedral de la capital grancanaria se encontraba el exconsejero del Cabildo Melchor Camón, del PP, y también el ganador de la primera gala Drag Queen de la ciudad, Carlos Menéndez, que fue el portavoz de uno de los jurados del concurso de este año.
A su entrada al templo, Menéndez dijo a los periodistas que, como creyente, acudía a la misa para escuchar en primera persona lo que iba a decir el obispo.
El propio Cases también ha subrayado a su entrada a la catedral que una misa es "un tratado de paz".
Lo que me remueve las entrañas, sí y que me hace entrar en tensiones y cabreos aunque no me duran mucho (y vuelvo a la calma de mantener la mirada con serenidad…), lo que me remueve digo es el tema de la fe reducida a fórmulas, a verdades amontonadas, a discursos apretados de conceptos que encima tienen el veredicto inamovible de una revelación divina y una confirmación sagrada de la autoridad de la iglesia en su jerarquía más alta. Para postre queda constancia en la quintaesencia más exquisita y contundente de dicha ‘fórmula fidei’: los cánones del derecho canónico.

Ideas, conceptos, paradigmas, frases apodícticas, discursos mentales, credos y catecismos… Todo un aparataje enorme, sólidamente construido,…

Pues no, no me lo creo, no es así, de solidez no tiene nada, de verdad tampoco. Se trata de un reduccionismo absolutamente letal, el que origina la abstracción de la realidad viva vehiculizada por los conceptos. Muerte, fantasmas, malabarismos especulativos, palabrerías sin fin, construcciones de cartón piedra, en definitiva una verdadera jaula, un brutal cerco de murallas que asfixian la única realidad sagrada que existe, que no es otra cosa que el cosmos, y en él cada uno de los seres, pequeños o grandes, que viven, laten… entre los que estamos nosotros los seres humanos.

En resumen el catecismo, y con él las ‘celebraciones’ litúrgicas son auténticas piezas fósiles de museo. Es prácticamente imposible hacerse cargo de ellas, o sea, sentirse vivo en ellas, con todos los matices afectivos, sensitivos, sentimentales, creativos, imaginativos, plásticos, musicales, expresivos… que cada uno de nosotros, seres humanos, podemos originar desde nuestra persona. En ellas estamos muertos, solamente funciona nuestra mente para asentir y mover la ficha que está prescrita, en la rúbrica, (en rojo candente), en el ritmo, velocidad y sentido que toca, y claro está (enorme corrupción “generosa”) con la consiguiente obtención de los kilos de gracia pertinentes que aseguran la diana de la salvación eterna.

"...solamente funciona nuestra mente para asentir y mover la ficha que está prescrita, en la rúbrica, (en rojo candente)..."

¿La fragilidad, la debilidad, la responsabilidad, el aprendizaje por ensayo-error, el asumir el fracaso, el gozo del ajuste creativo que acontece por la energía que cada persona libera desde su realidad humana…? Que va, eso queda descartado, no entra en la realidad sacramental, ni en la doctrinal, basta con el ‘ex opere operato’ que garantiza la insignificancia y la inmovilidad, es decir, la muerte por inanición. Eso sí, la atmósfera está llena, hasta los topes, de ideas bien trabadas que aseguran la salvación. Recetas, formulaciones, verborreas, discursos que se repiten hasta la saciedad y que se apoyan en realidades ‘sagradas’, ‘divinas’.

Pues entiendo que no hay apenas territorio para la presencia humana, que el sistema soteriológico de lo que llamamos fe católica, teológica, kerigmática… se reduce a un sistema, a un constructo, racional, de pensamiento trabado, que se desarrolla en normas, en reglamentos, en preceptos, en círculos viciosos, uno de cuyos exponentes principales (analogatum princeps le llamábamos en escolástica) es el templo.

He ahí pues la profanación, puesto que la presencia del ser humano queda anulada, queda excluida, queda aplastada, ignorada, aherrojada, envenenada de muerte por la atmósfera asfixiante del ‘ex opere operato’.

Nadie se hace cargo de nada, nadie aprende, nadie reconoce su propia debilidad, nadie goza compartiendo su alegría de sentir la vida y el placer de crear. El ex opere operato ha impedido que la acción humana se ponga en marcha puesto que ya se ha producido la meta en las propias narices. No permite la duda, la imaginación, el ensayo. Lo tiene todo atado y bien atado. La culpa no deviene marca de responsabilidad ante el error o el fracaso o la inconsciencia sino que es el icono generador del castigo eterno y de la ofensa a la divinidad. En consecuencia todo sigue igual que antes, nada ni nadie cambia, no hay movimiento, la vida, la ética humana pertenece a otro territorio, no se expresa en el mapa disparatado del ex opere operato Se ha profanado, no me canso de repetirlo.

Insisto en que la verdadera profanación se produce cada vez que no se respeta la inestimable y frágil libertad de nuestra humanidad, que los cristianos creemos, intuimos, experimentamos como un abismo en la persona de un chico lejano y cercano, un tal Jesús de Nazaret. Y no se respeta nuestra humanidad cuando se le entrega un recetario de ideas, verdadera camisa de fuerza, que encima queda como una piel sin poros gracias al ex opere operato. No es posible la vida, no hay vida, se ha profanado definitivamente. Y la misa es un compendio de esta profanación a la que me refiero.
Los textos periodísticos que he copiado, uno antecede y el otro sucede a esta diatriba (del griego ‘diatribé’=debate) en la que darle vueltas al tema de la profanación ha sido mi objeto. Los textos, digo, tienen perlas como: ha oficiado una misa de desagravio - Cientos de fieles han respondido hoy abarrotando la catedral - la misa oficiada hoy por Cases - Menéndez dijo a los periodistas que, como creyente, acudía a la misa para escuchar en primera persona lo que iba a decir el obispo - una misa es "un tratado de paz".
O como: El Arzobispo de Valencia realizó estas manifestaciones en la fiesta del Cristo de Medinaceli en la parroquia Santa María del Mar de Valencia organizada por la cofradía del Cristo de Medinaceli de la Semana Santa Marinera de Valencia, donde realiza la visita pastoral.
Y en cuanto a los hechos de carnaval de Gran Canaria, no es una estética que me guste y entiendo que pueden provocar rechazo pues acuden a iconos centrales de la cristiandad. Y quiero hacer constar otra vez que no han sido ellos, con los consiguientes textos de la prensa, el motivo de las revueltas en torno al tema de la profanación sino que, como he dicho al inicio, una conversación con un amigo sobre la plegaria en una asamblea cristiana me atrapó y ha ido fermentado en esta reflexión.
  José Luis Porcar
Cañizares: "Necesitamos un cambio en la sociedad para que la ofensa no se encubra en la libertad de expresión"
El Arzobispo de València pide que se perdone "y pidamos por los que cometieron la ofensa" en el Carnaval de Canarias.  05.03.2017 |
El cardenal Arzobispo de València, Antonio Cañizares, ha señalado que "necesitamos un cambio en nuestra sociedad donde no se instrumentalice la libertad de expresión, amparándose en ella para la ofensa, o que la ofensa se encubra bajo la libertad de expresión, para actuar impunemente".
El Cardenal Cañizares ha indicado que "se trata de una reflexión general. Estamos en un momento donde se necesita un cambio y una reflexión acerca de qué sociedad estamos haciendo. En particular, en cuanto a los sentimientos religiosos, parece que todo esté entendido simplemente como burlesco o transgresor".
El Arzobispo de Valencia ha señalado que "en el caso de Canarias ha habido muchos testimonios de personas no creyentes que han rechazado este hecho lamentable y se han solidarizado con los sentimientos de los miles de españoles que hemos sentido un profundo dolor por este escarnio tan grave, y tan innecesario para la propia fiesta de Canarias".
"Confieso -ha afirmado- que no se entiende que a estas alturas y en un país como el nuestro sucedan tales cosas impunemente. Se trata de algo objetivamente reprobable, que está indicando qué mundo estamos haciendo. Deberíamos hacernos una reflexión de por qué están sucediendo estas cosas en nuestra sociedad española. ¿Qué nos está pasando?.Se trata de algo objetivamente ofensivo, y que está indicando que estamos necesitados de un cambio".
El Cardenal Cañizares ha pedido "que como en la misericordia de Dios perdonemos, y pidamos por los que cometieron la ofensa en el Carnaval de Canarias, porque no saben lo que hacen, por los que aplaudieron, por los que premiaron la ofensa o trataron de disculparlo amparándose en la libertad de expresión, en el sentido burlesco y ´transgresor' del Carnaval".
El Arzobispo ha agradecido las muestras de los valencianos que se han sumado al acto de desagravio del Obispo, D. Francisco Cases, "que ha sufrido como padre y pastor, que quiere generosa y hondamente a su pueblo, el pueblo canario hermano y querido, también ofendido por este lamentabilísimo y condenable hecho. Debería hacernos pensar qué nos está pasando?¿No nos sucedió a nosotros algo semejante el pasado año, con total impunidad en Valencia?.
"Han atacado duramente mucho más allá de nuestros sentimientos religiosos, merecedores de todo respeto. Han atacado, herido y ofendido la realidad que es centro de todo, la de Jesucristo Crucificado y su Santísima Madre, la que se nos dio como madre de todos, junto a la Cruz. Esto es lo que más debería dolernos a todos. Por ello, exigimos respeto y rechazamos estos hechos tan reprobables, actúe o no la ley como debe, estén por medio los intereses o las visiones que se quiera".
El cardenal Arzobispo Cañizares ha hecho un llamamiento "a que tengamos una buena formación para que podamos explicar a la sociedad nuestro testimonio, porque nuestro sentimientos religiosos son merecedores de respeto. Hagamos una llamada a vivir más hondamente nuestra fe, para que seamos testigos de la verdad".
El Arzobispo de Valencia realizó estas manifestaciones en la fiesta del Cristo de Medinaceli en la parroquia Santa María del Mar de Valencia organizada por la cofradía del Cristo de Medinaceli de la Semana Santa Marinera de Valencia, donde realiza la visita pastoral.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada