A finales de mayo pasado, en China, fue rescatado del
interior de una tubería del water un recién nacido. La noticia tuvo amplio eco en todos los medios. ¡Qué malos son los
otros!
Hace pocos días ocurrió algo parecido en Alicante, donde lo
que semejaban maullidos (¿cómo imaginarse otra cosa?) era el llanto de un
recién nacido, arrojado al fondo del pequeño espacio de las bajantes de la
finca. La policía ha detenido a la madre, a la que tal vez se le acuse de
intento de homicidio. Lo que faltaba. Esta
noticia apenas mereció dos minutos de atención ese día. Poco después un
periódico del mismo Alicante refiere que el niño sigue bien, a pesar de la rotura
de un brazo, en el Hospital. Y nada más.
Llama la atención el distinto tratamiento de una noticia y
de la otra. ¿Por qué? ¿Nos da vergüenza? ¿Hay una consigna silenciosa? ¿Nos
tiene sin cuidado por tratarse de alguien tan pequeño?
SON IGUALES
¿Es que no basta un solo caso como éste, junto a tantos
niños violentados anualmente, para que el Parlamento se movilice?
¡Cuánto sufrimiento acumulado en una madre hasta llegar a
esa decisión! ¿No se pudo confiar a nadie para encontrar una solución
razonable? ¿No tiene la autoridad medios para que toda
mujer sepa a dónde acudir? O ¿es que no hay instituciones que la acojan, si
llegara el caso?
¿En qué país vivimos?
Un periódico digital de Oaxaca, en México,
juega en el fondo con esa idea, cuando localiza la noticia en Alicante, China. Te hace pensar que Alicante está en China. (Lo he subrayado para que no pase desapercibido)
“Agencias
Lunes 24 Junio 2013 - 10 : 46
La madre lanzó al niño en un vertedero, donde pasó 40
horas. Su vida no corre peligro.
Alicante, China.- Todo el planeta se
estremeció en mayo pasado al conocer el complejo rescate de un recién nacido
atrapado en una estrecha tubería de un baño público de China. La historia se ha
repetido, esta vez en Alicante. Y también con final feliz.”
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