RESPONSABILIDAD

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dimecres, 7 de juny del 2023

El Libro de Jonás. Antonio Roig Roselló


El envío de la publicación no llegó a mi casa sino a la de mi amigo Juanjo por causas que no viene al caso explicar. Y la voz anunciadora resonaba alegre como campanas la mañana del domingo (al teléfono la voz de mi amigo tiene el atributo de la sinestesia. La escucho y oigo campanas). Hoy comunicaba el final de una larga espera de ambos.

Un mes hacía que Nel Martí, el autor, me había informado que el trabajo había finalizado. Que la Editorial quería saber dónde debía enviarme el ejemplar.

- 46035 Valencia -respondo.
Algunos traducirán el Código Postal: Benimámet.

Y ahora Juanjo repetía que el envío había llegado.

Sólo que, cuando las campanas cesaron, reparé que había algo estridente en el anuncio. El pianista acelerado había tocado la nota equivocada.

Juanjo dijo:

-El librillo ya está en casa.
Así que cuando esta mañana Juanjo me ha entregado el envoltorio (un sobre que, con sus numerosas manchas de aceite, mostraba que había convivido con el ajetreo de la cocina doméstica) le digo

- No se trata de “un librillo”, Juanjo; sino de un libro en toda regla.

Y para confirmar el estatus de la publicación saco de mi biblioteca un arsenal de argumentos:

La Biblia de Jerusalén. Recorro el conjunto de los Profetas del Antiguo Testamento y me detengo en uno, no sin antes advertir:

-Lo que hace de una publicación un libro no es el número de páginas sino algo más difícil de distinguir.

Hago una pausa para leer el efecto de mis palabras. No puedo leer nada. Esta mañana mi amigo es una tabla rasa, así que continúo:

-El libro de Jonás. Una hoja sólo. Dos páginas: la 1333 y la 1334. Si prescindes de las notas apenas ocupa una página.

Juanjo me pregunta:
-¿Quién era Jonás?

-Sobrevivió a un naufragio. Un superviviente.

* * *



Nel Martí
Déu sense armaris
Confidències de dos capellans
1ª edició
Any 2023
Mallorca
EL TALL Editorial
C/ Pablo Iglesias, 16 -2n -4ª
07004 Palma
Tl. 971 29 85 32- 601 30 53 40
eltalleditorial@gmail.com


* * *

Nel Martí tuvo la ocurrencia del libro. Consiguió que dos personas de extracción similar, peculiares (dejémoslo en ese adjetivo) y en el otoño de la vida respondiéramos al cuestionario que él mismo elaboró.

El primer contacto entre Nel y yo ocurrió durante la pandemia. Y el fruto se hacía visible en mis manos el sábado 3 de junio de 2023. Publicar un libro se ha convertido en una empresa erizada de dificultades. Algo demasiado difícil. Bastante caro.

Otro dato que aúna a los participantes:
Los tres pertenecemos a la misma tierra: las Baleares. Los que recalan allí nunca la olvidarán.

Nel Martí (Ciutadella, Menorca, 1967) es el nombre abreviado de Joan Manel Martí i Llufriu. Profesor y escritor. También Político. Fue Concejal de Cultura y Educación del Consell Insular de Menorca 2006-2007. Luego Diputado del Parlamento de las Islas baleares (2011-2019).Actualmente es Presidente del Observatorio de la Infancia y la Familia de Menorca. Como escritor resulta pertinente mencionar aquí su ensayo sobre el hecho religioso analizado desde el agnosticismo y el laicismo: “Les raons del sentit no són les raons de Déu" (Documenta Balear, 2009).

Jaume Santandreu (Manacor, Mallorca, 1938. Su libro “Catedral amb Armaris" obtuvo el primer premio de narrativa Gai-Lèsbica Terenci Moix.

AntonioRoig Roselló. Ibiza 1939.
La contraportada dice de mí:
“Ingressà a l´Órdre dels Carmelites Descalços l´Any 1945”. Esa información salta a la vista que no corresponde a la realidad. En Marzo de 1945, que es cuando los Carmelitas Descalzos fundaron en Ibiza, yo tenía 5 años. Las Leyes de los Carmelitas (lo sé muy bien porque yo fui Maestro de Novicios en el Desierto de las Palmas durante 3 años) establecen una edad mínima para ingresar en el Noviciado (el primer paso para ingresar en una orden religiosa) y esa edad mínima es (o era) 15 años. A los 5 años, en 1945, mi hermano Pepe, que tenía 8 años me llevó de la mano a los Carmelitas. Enseguida fui un monaguillo diligente y aplicado. Mi madre, para dulcificar el madrugón, me despertaba a las 6 cada mañana y me daba un puñado de azúcar envuelto en papel de estraza. Iba a ayudar a Misa. Como los Carmelitas aún no tenían iglesia celebraban los cultos en la capilla de las Hermanas de la Caridad. Esos años blancos no se han borrado de mi memoria.

 

* * *

El libro “Déu sense Armaris” está pensado y escrito en Catalán, la lengua del eximio mallorquín Ramón Llull (1235- 1315) . En mi caso se me propuso que el texto que presenté, escrito en la lengua de San Juan de la Cruz (1542-1591) se tradujera al catalán. Pero, finalmente, ha quedado tal como lo escribí.

Esa dualidad de lenguas se observa a lo largo del cuestionario que respondí.
Preguntas, en catalán.
Respuestas, en mi lengua de adopción.

* * *
Durant el franquisme persones LGTBI+ van patir totes les repressions possibles: cultural, social, legal, policial, eclesial,...fins i tot també des de l´àmbit de la medicina. Quina o quines vas patir amb major cruesa?

De todas las penalidades que han quedado ligadas a esa época ominosa las que más íntimamente me afectaron fueron el miedo y la vergüenza. Razón tenía el que definió el amor homosexual como el amor que no se atreve a decir su nombre. Y no era español el que lo bautizó así.

En mi caso pensaba que estaba abocado a la fatalidad . Que en cualquier momento se sabría mi condición. Sólo era cuestión de tiempo. Estaba irremediablemente condenado.

Recuerdo que en agosto de 1966 fui a hacer los Ejercicios Espirituales de un mes a Pedreña (Santander). Los dio el P. García Nieto, S.J. Eran Ejercios exclusivos, sólo para sacerdotes y religiosos y el hecho de pedir participar en ellos me hace sospechar que observaba dentro de mí urgentes demandas que no lograba entender ni domeñar, tampoco aplazar. A esta tanda asistían, pues, curas y frailes de toda España. Había un ambiente enfervorizado de gran tensión espiritual. Un mes de Ejercicios supone grandes exigencias. Un mes es mucho mes.

Recuerdo todo eso porque en un clima así, de silencio, recogimiento, aislamiento y altas expectativas nadie podía esperar lo que ocurrió. Al menos yo no lo esperaba. Tan desprevenido estaba que me sumió en la desolación.

Ocurrió lo siguiente.

La Casa de Ejercicios era una casona antigua, de noble factura, con una amplia escalinata que unía las diversas plantas del inmueble.


Y ahí estoy yo, dispuesto a subir la escalera. Absorto en mis meditaciones, “las dos banderas”, quizá, eje indiscutible de los Ejercicios Ignacianos. Nada que no haya hecho mil veces, subir, y aun así, aplicado a evitar tropiezos. Subir la escalera. Que los pliegues del hábito no entorpezcan esa subida. (Entre las normas que debíamos observar los ejercitantes una establecía el uso obligatorio de sotana o hábito a lo largo del mes. Aquel mes de Agosto).
Estoy subiendo cada escalón ajeno a todo. Metido en mi mundo que ahora preside esa escalera. Dando vueltas quizá a esa plática recibida que, en mi memoria arrastra un tumulto de refriega y sones militares. Dos mundos irreconciliables. Dos banderas.

Y ahí estoy yo subiendo una escalera.
Molesto por una leve rozadura de sandalias, levanto entonces la vista. Nadie pronuncia mi nombre, nada requiere mi atención pero yo levanto la vista.

Algo instintivo me hace sospechar que ahora mismo soy un animal de presa. O una rata sometida a observación.
Arriba,apoyándose con ambos brazos y llenando toda la barandilla alguien me estaba observando. A mí (que ascendía, por tanto, desde abajo) me ofrecía una imagen poderosa, dominante, definitiva.
También me advirtió de su presencia la rozadura de una sandalia.

¡Él estaba allí!
¡Él siempre estaría allí!

Y dice:
-No puedes negarlo. Ahora mismo lo huelo. Lo huelo y te huelo.
Me quedé sin habla. No era un comentario lo que escuchaba. Era un juicio de reprobación sobre toda mi vida.

-Se te nota – repitió- y ya está

Ya está.

Los sicarios del miedo estaban en todas partes.
(Déu sense Armaris. Confidències de dos Capellans, páginas 27-29).

* * *
A modo de Epílogo concluyo con las palabras de un Sabio:

“Quien sobrevive a algo
no tiene derecho a levantar ninguna acusación.
Quien sobrevive
ha ganado su propio juicio”.

(Sendor Márai, El último encuentro).


Antonio Roig Roselló
Martes 6 de junio de 2023
El Cabanyal, Valencia










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