RESPONSABILIDAD

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divendres, 8 de gener del 2016

ANÉCDOTA, Ovidio Fuentes

Corrían los primeros años sesenta, muy parecidos aún a los cincuenta. Aquella era una sociedad muy pautada: todos vestían de uniforme: los hombres con chaqueta y corbata, traje completo obscuro, y ellas con falda. Las ideas eran las mismas en todas partes, menos algunas excepciones.
No había habido un concilio, un mayo-68, unos  hippies.  Para que los jóvenes comprendan bien realmente aquellos entonces,  habría que ver imágenes: pelis, noticiarios de NO-DO…
Los hombres y mujeres de iglesia, legalmente,  no cotizaban a la Seguridad Social. Como profesor de religión estuve inscrito, porque lo pedí. Pero, una vez expulsado, por explicar temas sociales, me quedé sin SS.
Ante esta situación fui a la oficina principal de la SS en Valencia a inscribirme. Con mis veintipocos años me atendió tras la ventanilla un señor que a mí me pareció muy mayor; me atendió pacientemente  y muy comprensivo al final, me dijo: “como no se apunte Vd. de sacristán……”. Firmar en un papel que yo era un empleado de la parroquia, me  pareció incorrecto y humillante.
Consecuencia: cuando cumplí 65 años y me jubilé, me faltaron 8, ó 10 años de cotización para poder cobrar el 100 % de la pensión.
Una vez en democracia el Gobierno legisló para que todo el mundo estuviera inscrito en Seguridad Social. El clero regular (los últimos) empezó a cotizar en 1982.
Los jubilados de uno y otro clero son atendidos debidamente en sus propias residencias, independientemente de si cobran toda la pensión o no. Pero los secularizados quedan a la “santimperie”.
En el ámbito de Moceop surgió la idea de crear una asociación que se ocupara exclusivamente de esa cuestión. Y así nació COSARESE (COlectivo  de SAcerdotes y REligiosos SEcularizados) que se preocupó de aunar gestiones de gobierno, jerarquía e interesados,  enderezadas a solucionar de alguna manera esta situación sufrida injustamente.
La jerarquía nunca aceptó sentarse a la mesa con los implicados y el gobierno,  a la busca de una solución.  Finalmente a iniciativa de CIU, con la aprobación de todos los partidos, se aprobó una ley que venía a decir que se consideraran como cotizados todos los años servidos a la iglesia. Fantástica solución. ¡Qué bien saben quedar los políticos! Imposible no acordarse de aquella frase de Romanones: "Ustedes hagan la ley, que yo haré el reglamento."  La Seguridad Social, que intervino, cómo no, en la redacción del Reglamento, puso los puntos sobre las íes: para resarcirse de alguna manera del dinero no cobrado en cotizaciones, cuando se debieron pagar, los únicos que ahora tenían que rascarse el bolsillo son los secularizados jubilados, acogidos a esta ley.
Del total del dinero añadido por esta ley a la pensión que hubiera quedado, se detrae un 4% pagadero en 15, ó 20 años sin intereses. Las Clases Pasivas tienen otro tratamiento: se les detrae hasta el final de su vida. Dinero, que, por otra parte, se  resta en la declaración de la renta como gasto deducible.
En pocas palabras, y sin entrar en detalles, los secularizados han conseguido mejorar ostensiblemente sus pensiones.

Jaime de Villa y Elizaga, exjesuita, economista, como Presidente, supo desde el principio qué había que hacer y cómo. “Lo que no se negocia, no se consigue”, decía él. En palabras de Casimiro Bodelón, Secretario de Cosarese: “dedicándole tiempo sin límites y poniendo los recursos de su oficina y de su bolsillo con cantidades de dinero muy importantes para conseguir los objetivos de Cosarese, cantidades que avalamos los miembros de la Junta….Lo conseguido para todo el colectivo y para miles de “ex” que nunca dieron nada a Cosarese, y sí se beneficiaron de nuestro trabajo, es incalculable, y no os imagináis el desgaste personal que ello le supuso a Jaime. Pero él era generoso al estilo evangélico, y daba, sin esperar nada a cambio. ¡Y lo dio todo! En los últimos años tenía la obsesión de crear una residencia para que ningún cosaresense, con escasos recursos y/o falta de apoyos,  se quedase solo o abandonado.  Sus contactos llegaron hasta altísimas instancias religiosas (Roma) y políticas (Ministerios, CEE y Confer); y, cuando ya casi tocaba con los dedos esa realidad, fruto de sus últimos esfuerzos…., un tumor maligno se nos lo llevó. No conseguirlo fue una gran pena para él.” Falleció en agosto pasado.

Jaime de Villa y Elizaga


Con este escrito he querido rendirle un homenaje muy merecido.

Ovidio Fuentes



1 comentari:

  1. Gracias, Ovidio, por ese recuerdo de Cosarese y de Jaime Villa.
    Efectivamente hicisteis -porque tú fuiste el Jaime Villa de Valencia- una gran obra de la que tanto nos aprovechamos muchos.
    Pero a ti ya te he contado una anécdota que prueba lo mucho que me aprovechado tenerte a ti cercano y amigo cuando yo tuve que gestionar mi jubilación. Aparte de informarme de las ventajas que habíais conseguido me dijiste si había trabajado y cotizado alguna vez en algo fuera de la Iglesia. Me acordé que en 1952 había pasado un mes trabajando de seminarista obrero en el Tranco de Beas. Tu me animaste a conectar con el INSS de Jaen por si constaba allí, ya que yo no tenía ningún papel. Y, efectivamente, allí constaba que estuve cotizando once días. Y eso me valió como si hubiese estado cotizando nueve años, por esa tabla que hacían por lo trabajado antes de 1969 creo.
    Si no hubieses estado cercano de verdad, como siempre estás, lo que hubiera perdido por ignorancia...

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