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dissabte, 24 d’octubre del 2015

La religión ¿cabe en la enseñanza? Joseluis Porcar


A ver, quiero decir lo que corre por mis adentros ante este puntazo de si la religión cabe en la enseñanza como asignatura, como tema del currículum, y que Ramón deshilacha en su comentario que termina de esta guisa:

“Por todo lo cual en ese amplio y fundamental campo de la docencia de la RELIGIÓN en la Escuela Pública, me reafirmo en que la tolerancia y la comprensión, no me cabe ninguna duda que son no sólo conveniente, sino necesarias.”


Obviamente he escrito ‘deshilacha’ pues del tejido que examina salen tantos hilos que al final me quedo con la ‘tolerancia’ como actitud necesaria y no alcanzo la ‘comprensión’ que es el otro pie que propone para recorrer el entramado o recorrido del tejido. Pues personalmente, en una primera lectura, no acabo de cohesionar una propuesta clara a partir de los hilos de dicho texto.

También, en mis años de ‘consagrado’, pertenecí a los escolapios, enseñé religión en aulas regladas de varios Colegios de la Orden, con sus correspondientes notas (a la sazón representadas por números) y sus programas, libros, explicaciones, apuntes, debates, trabajos, ejercicios, exámenes, convivencias…

Por Dios, per Baco, por Tutatis: radical, absoluta, determinadamente NO. No estoy por la enseñanza de una creencia religiosa en la ‘Escuela Pública’ a no ser que la situemos como una manifestación cultural de indudable valor y riqueza. En este caso la Religión se estudiaría en plural, las Religiones, que devienen elaboraciones culturales de las diferentes comunidades humanas.


http://chavesoliver.blogspot.com.es/2013/06/debates-en-la-espana-de-hoy-la-lomce-la.html
La religión equivalente a espiritualidad, conciencia de uno mismo, conciencia del entorno, mirada hacia la vida en su inefabilidad cercana y lejana… constituye una experiencia que, alumbrada, demanda camino y crecimiento. El desarrollo de la espiritualidad, talante personal de cada ser humano, constituye un reto, como lo es el desarrollo físico, intelectual, afectivo, sexual, relacional… o sea una vertiente de la vida. Considerar así la religión es harina de otro costal, sabrosa para cocer un buen pan.

Y para resumir termino con unos trazos con pinta de rotundos al hilo del comentario de Ramón que trae a cuento unas declaraciones del líder de un partido político:

1.- Laicidad del Estado con todas sus consecuencias.
2.- La religiosidad confesional, del credo que sea, pertenece al ámbito privado por más que la privacidad actúa también en manifestaciones comunitarias o individuales que se desarrollan en escenarios públicos. En esas actuaciones hay que garantizar cauces que salvaguarden el respeto y la libertad de todos los conciudadanos.
3.- Enseñar la Religión Católica, tal y como se establece en la actual legislación estatal es un privilegio y por lo tanto fuera de lugar en un estado de derecho y en una Iglesia que pierda su atmósfera clerical (de poder, tal cual).
4.- Aquellos centros privados que además son confesionales (centros de enseñanza de la Iglesia Católica, la mayoría gestionados por órdenes y congregaciones religiosas) ofrecerían, desde su Ideario educativo, las clases y actividades religiosas, obviamente como actividad curricular propia de cada centro y no como consecuencia de la legislación estatal.
5.- Anunciar el evangelio pertenece a la vida misma de los creyentes en Jesús, el de Nazaret. Y la vida está en la calle, en los campos, en las aulas, en las fiestas, en los hospitales, en la soledad, en la música… No pertenece al Estado establecer su anuncio.
La verdad es que esta reflexión no urdida en el ánimo de llevar la contraria a Ramón, ni tampoco con la intención de sentar cátedra, solo pretende mostrar mi posición al respecto.

Creo y estoy convencido de que una sociedad laica ilumina rigurosamente el territorio en que transitamos los individuos y los grupos que la configuramos. Los privilegios son ‘un mapa mal pintat i això és una mentida de molt mala voluntat’, (canción folk de los años 70 del pasado siglo).

Joseluis Porcar

2 comentaris:

  1. Comentario de Enrique Herrero (publicado también en la entrada anterior "La presencia de asignatura de la Religión en la escuela pública. por Ramón Gascó").

    Advierto primero que me parece que el autor del artículo,Antonio Salas Ximelis, es parte interesada, según deduzco no sólo del conjunto del artículo, sino también de la información que he obtenido de Internet. El artículo está en Religión Digital bajo el ttítulo "El Psoe quiere echar a Dios de la escuela"
    "A vueltas con la enseñanza de la Religión".

    Por una parte el autor afirma "Podrían denunciarse los Acuerdos y en España los poderes públicos estarían obligados a ofertar la enseñanza de la Religión a aquellos padres que acogiéndose a su derecho la solicitaran. Y en la escuela, nada de en las sacristías, o mezquitas o sinagogas, o en las casas, o fuera del horario lectivo como una actividad como natación o danza."

    Pregunto yo: Para sacar la Religión de la enseñanza ¿habría que modificar la Constitución?

    Por otra parte,el articulista hace una propuesta
    :"... proponemos una solución pedagógica, curricular e integradora y respetuosa con todos. La creación de un área de Religión con dos modalidades.

    La Religión es un hecho cultural y un sistema de convicciones. De la misma definición podría plantearse un área que pudiera estudiarse desde una perspectiva cultural (fenomenología de las religiones, historia de las religiones, geografía de las religiones...) y desde una perspectiva confesional (católica, judía, islámica o evangélica). Esta perspectiva nunca sería catequesis, pues no tiene cabida en el ámbito curricular y escolar: a nadie se le evalúa ni su fe ni sus prácticas religiosas.".

    Si se pusiera en práctica esta solución,¿serían los mismos los datos que aduce el autor y las encuesta referida ¿Darían el mismo resultado?

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  2. De vegades hi han comentaris que et fa dubtar si hom comça a tindre limitacions senils. És el que em va passar amb l'article de Ramon Gascó referent a la religió en l'ensenyament. Joseluis Porcar m'ha confirmat que no vaig tan descabellat quan rebutge la religió a l'escola com assignatura.
    Són els creients -i sobretot la pròpia jerarquia eclesiastica- els que havien de sentir-se incomodes per utilitzar les lleis civils i la infraestructura docent de l'Estat per fer la seva missió de predicar l'evangeli.
    Quan se n'adonaran que el nacionalcatolicisme va fracassar impartint fe??? Quan s'anodaran que el ritus barroc de repartir sacraments ha creat una fe superficial i farisaica???
    L'Església, i tota la seva clientela que li queda, ha de renunciar als privilegis que li ha proporcionat l'aparell de l'Estat i disposar dels seus pròpis recursos. Això no vol dir que no som tolerants i respetem les manifestacions religioses. Però exigim la mateixa tolerància per negar-se a contribuir en les despeses i ocupació d'aules de l'ensenyament públic per a la religió. La religió, com a fenòmen social històric, ha d'estar inclosa en les diferents assignatures que ja existixen: història, filosofia, literatura, etc. i sempre des d'un aspecte laic.

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