RESPONSABILIDAD

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dimecres, 19 de febrer del 2014

Carta del arzobispo de Tánger sobre el problema de la emigración



Onofre Vento ens diu:

"És la denuncia més valenta, acompanyada de la crida a la solidaritat, que he escoltat fins ara sobre els fets occorrits a Ceuta."


 Enviado a la página web de Redes Cristianas

Santiago Agrelo Martínez obispo de Tanger: “Llevo días sin conexión a Internet. Sólo ahora puedo colgar en el muro la circular que escribí para la Iglesia de Tánger como toma de conciencia ante los muertos en la frontera de Ceuta.

Tánger, 7 de febrero de 2014


A los fieles laicos, a las personas consagradas y a los presbíteros de la Iglesia de Tánger: Paz y Bien.


No te cierres a tu propia carne:


«No hace falta que nadie lo interprete, pues está dicho para que lo entiendan incluso los niños: “Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que va desnudo”.Y después del mandato al alcance de todos, por si hiciese falta, se añade la razón que lo sostiene: “No te cierres a tu propia carne”. ¡El hambriento, el pobre sin techo, el desnudo, son “nuestra propia carne”!

“No te cierres a tu propia carne”: Este único conocimiento bastaría para que fuese otra la política de las fronteras, otra la lógica de nuestros razonamientos, otra el motivo de nuestras manifestaciones, otra la matriz de nuestras preocupaciones, de nuestras aspiraciones, de nuestras quejas, de nuestras opciones.


“No te cierres a tu propia carne”: Si entras por el camino de esta sabiduría, “romperá tu luz como la aurora”, delante de ti irá la justicia, detrás irá la gloria del Señor, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía”.
“No te cierres a tu propia carne”, y el pan que compartes con el hambriento, te hará luz para el indigente, como es luz para ti el que, con su vida en las manos como un pan, dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros”.
“No te cierres a tu propia carne”: Sienta a los pobres a la mesa de tu vida, y tú serás para ellos la luz con que Dios los ilumina.
Y a cuantos una y otra vez me recuerdan que la Iglesia no es una ONG, una y otra vez recordaré que los pobres son “nuestra propia carne”, y que mi pan es su propio pan, y que la Iglesia es su propia casa.»
Ése era, queridos, el mensaje que había preparado para acercarme con vosotros al misterio de la palabra que oiremos proclamada en la liturgia del V domingo del tiempo ordinario; pero los acontecimientos reclaman transformar la suavidad de la exhortación en denuncia de lo que es inaceptable.
Lo inaceptable:

Es inaceptable que la vida de un ser humano tenga menos valor que una supuesta seguridad o impermeabilidad de las fronteras de un estado.
Es inaceptable que una decisión política vaya llenando de sepulturas un camino que los pobres recorren con la fuerza de una esperanza.
Es inaceptable que mercancías y capitales gocen de más derechos que los pobres para entrar en un país.
Es inaceptable que las políticas migratorias de los llamados países desarrollados, ignoren a los empobrecidos de la tierra, vulneren sus derechos fundamentales, y se conviertan en el caldo de cultivo necesario para que se multiplique en los caminos de los emigrantes el poder de las mafias que los explotan.
Es inaceptable que se reclamen fronteras impermeables para los pacíficos de la tierra, y se toleren permeables para el dinero de la corrupción, para el turismo sexual, para la trata de personas, para el comercio de armas.
Es inaceptable que una política inhumana de fronteras obligue a las fuerzas del orden a cargar la vida entera con la memoria de muertes que nunca quisieron causar.
Es inaceptable que el mundo político no tenga una palabra creíble que dar y una mano firme que ofrecer a los excluidos de una vida digna.
Es inaceptable que a los fallecidos en las fronteras se les haga culpables, primero de su miseria, y luego de su muerte. Ellos no son agresores: han sido agredidos desde que sus corazones empezaron a latir al sur del Sahara, hasta que se paran para siempre, antes en nuestra indiferencia que en nuestras fronteras.
Es inaceptable que el negrero de ayer perviva en los gobiernos que hoy vuelven a encadenar la libertad de los africanos, supeditándola a los mismos intereses y al mismo poder opresor.
Desde la impotencia a la esperanza:
Queridos: ante el drama de sufrimientos y muerte en que el poder ha convertido los caminos de los emigrantes, es difícil que apartemos de nuestro corazón sentimientos de frustración, de impotencia, de tristeza, de indignación. Pero nuestro compromiso con la vida de los pobres no nace de esos sentimientos, sino de un amor incondicional, un amor fiel, que a todos se nos ha manifestado, y que a todos nos ha reunido para siempre en el único cuerpo de Cristo.
“No te cierres a tu propia carne”: no te cierres al sufrimiento de Cristo.
En este camino el poder no puede seguirnos. A él sólo le pedimos que sea justo. A nosotros el amor nos pide dar incluso la vida por el bien de los demás.
Y son muchas las cosas que, hasta dar la vida, podemos hacer: Tenemos la fuerza del amor y de la oración, una fuerza que es capaz de mover el mundo. Podemos hacer que los emigrantes no estén solos en su camino, y podemos dejar solos a quienes, gobiernos o mafias, les están robando la vida.
Podemos compartir con el emigrante nuestro poco de leña, nuestro poco de agua, la última harina de nuestra vasija, el último aceite de nuestra alcuza. Podemos darles voz para que se escuche su grito, podemos llamar a las puertas de cada conciencia para que la sociedad reclame una nueva política de fronteras, y, con terquedad de discípulos de Jesús, podemos recordar a cada hombre que es su propia carne, también la de Cristo, la que, día a día, es condenada a muerte en las fronteras del sur de Europa.
Queridos: no me dejéis sin vuestra oración.
+ Fr. Santiago Agrelo
Arzobispo de Tánger”


3 comentaris:

  1. Així haurien de ser tots els bisbes de l'Església. I no com Rouco i cia, que callen quan més haurien de cridar. Bona vesprada

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  2. Comentari de Joan Llopis
    ¿No els aplegarà esta carta als beatos i opusdeístes membres dels des-governs d'Espanya i de l'esglèsia espanyola? I si els aplega, diran que eixa carta no està escrita pensant en ells i, si ho està, és malintencionada, perquè ells són bons, cuiden dels seus fillets i, si hi ha algú dolent, són els mateixos immigrants que des de l'aigua, abans d'ofegar-se, estaven tirant pedres als pobrets guàrdies civils que volien ajudar-los.
    Joan Llopis.

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  3. Comentario de Antonio Vicedo:

    Una sola muerte violenta le bastó al viejo lenguaje bíblico para que del cielo bajara,como trueno de enfurecida tormenta, el eco de aquel clamor fratricida terrestre, cuestionando la conciencia de la humanidad cainita:¿Donde está tu hermano Abel, Caín?
    Después de muchos siglos de no apagarse aquel eco celestial profético por lo que seguía pasando en la Tierra, por la violencia inhumana de ese colectivo Hermano que mata al colectivo hermano al que no dejan vivir como tal en ella, que sigue empapada de sangre fraterna, desde un momento de entre truenos, del cielo baja caricia musical de Paz para que la Humanidad que Dios ama vea, hecho Humano a Quien, a su imagen y semejanza hiciera al Ser Humano.
    Con su misma carne se digna: vivir como los considerados últimos por pequeños en una cueva cuadra y vivir como uno más del pueblo oprimido, proclamando con bondad la universal hermandad humana y llegando hasta que su Sangre, dejando sin ella a su carne en la cruz clavada, siguiera, con toda la fraterna violentamente derramada, también en eco de tronada , hacer clamar al cielo renovando el testimonio del Hermano que muere porque su hermano lo mata.
    Su saludo de Paz, ya Resucitado, vuelve a ser grito de Amor responsable, para que la Humanidad emprendiera Camino Nuevo, orientada por la Verdad que libera, dejando el viejo odio del falso poder que mata.
    Como Luz de testimonio y mensaje deja orientación certera, de que es Él Mismo quien recibe, vida o muerte, la que reciba un* cualquiera de sus más pequeño*s Herman*s.
    Y algunos en la Humanidad lo entienden y mueren sin matar, o encuentran su muerte adelantada por quienes siguen, sin conciencia clara, matándolos con fratricidio, elevado a condición de Deicidio múltiple inhumano.
    Y en esa estamos, cuando a tantas invocaciones de PADRE, se une un, por lenguas de MILES de MILLONES de bien situados Cristianos, Judíos o Mahometanos todos fieles del LIBRO DE LOS LIBROS, ese NUESTRO falseado, con el que se quiere acallar la responsabilidad de ser TOD*S, HERMANAS y HERMANOS de cualesquiera SERES VERDADERAMENTE HUMANOS.
    Gracias hermano Santiago por tu carta, cuando tantos de tus hermanos mitrados callan, pero como el asunto se merece, tu carta queda corta; y, ya que muestras tener conciencia de que es tu carne hermana , también la de Jesús en quien crees y la de quienes por ahí cerca su sangre derraman, ojala encontraras en Jesús la fuerza de acompañarle con los “sin-papeles” en el empeño de derribar o saltar vallas de vergüenza inhumana, denunciando falsas leyes que tantos consideran sagradas hasta jurar sus cargos o dar sus vidas por defenderlas.
    No te propongo, hermano, suicidio, como suicidio no quieren es*s herman*s, ni JESÚS SIN- PAPELES, solo te recuerdo, que a la carta que has escrito, y por la que muchos te damos las gracias, tienes que cambiarle la firma de letra con tu nombre de pastor, por la vida de tal, para que no te denuncie de ASALARIADO, como a los que se callan o simplemente hablan, desde Roma u otros predios. Con un fraternal abrazo,
    Antonio Vicedo Calatayud, desde Alicante 20/02/2014.

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