Música : Represión y misterio, libro de Doroteo Diana Marqués

Título del libro :     Música : Represión y misterio

Autor : Doroteo Diana Marqués

Amazon. Edición digital

Es un relato de las muy variadas condenas y prohibiciones, que la música ha sufrido a través de los siglos. Los Santos Padres condenaron los instrumentos. En algunas ocasiones los llevaron a la hoguera. Estas prohibiciones afectaron también a sus mismos constructores, que sufrieron las pertinentes excomuniones. A la mujer se le prohibió que actuara en el teatro y la ópera. Con no menos rigor se denegó su participación en los coros de la Iglesia. El concilio de Elvira (S.IV) prohíbe el matrimonio de las mujeres cristinas con cualesquiera artistas del teatro. 

    El rey Pedro I (1351) obligó a las Barraganas a llevar sobre el vestido un prendedero de color rojo. De esta manera (así lo dice) se distinguían de las mujeres honradas. 

       Durante siglos se condenó el canto, pues se le consideraba perverso y malicioso. Santos Padres, Papas y moralistas fueron sus más tenaces perseguidores. 

      La castración fue bendecida por muchos papas y jerarcas eclesiásticos. El papa Clemente V III (1592-1605) alabó la castración y la calificó como un sacrificio muy meritorio y para gloria de Dios. 

   Los espectáculos fueron duramente perseguidos. Los consideraban como licenciosos y nocivos para la moralidad pública. El concilio Cartaginés (Año 412) prohíbe a los hijos de los clérigos la asistencia a los espectáculos. S. Clemente de Alejandría (150-215) dice: “Los espectáculos son representaciones torpes, que afeminan al hombre.“ Los actores y los artistas fueron perseguidos con saña. Eran considerados como seres diabólicos. Los Santos Padres condenan a los bufones callejeros. Les niegan la comunión, maldiciéndoles de todas las formas posibles. 

     No menos represiva ha sido la actitud de la Iglesia Católica con lo referente a la eliminación del canto Mozárabe.El autoritario papa Gregorio VII (1073-1085), “Terror de concubinarios y sacrílegos“, como le llama Menéndez y Pelayo, impuso por la fuerza el “Canto Gregoriano” y eliminó el “Canto Mozárabe.” 

     Como pequeño complemento añado en algunos capítulos el relato de mis vivencias y trabajos con relación a la música.