Al menos 78 muertos van a exigir bastante
más que condolencias. 
Muchos  ciudadanos de a pie, desde el   sentimiento de total impotencia, creemos que
las mejores exequias y sufragios que pueden hacerse  consistirán en remediar de forma eficaz –en
Galicia y en todas partes – los defectos y fallos técnicos que han conducido a
estas catástrofes. 
Y mejor prevenir instalando
desde la construcción de estas estructuras todos los modernos sistemas de
seguridad que sean necesarios, sin escatimar un duro, aunque merme el negocio.
El error, el fallo humano antes o después es inevitable, por lo que es
ineludible apoyar a los conductores con todos 
los medios técnicos que impidan catástrofes como esta ferroviaria de
Galicia. 
Así expresamos nuestro pésame. ¡Cuánto mejor  no haberlo necesitado! 
