Las noticias, que se van acumulando a toda velocidad
sobre el Papa Francisco, aumentan por igual mi ilusión, las incertidumbres y
ahora además la intriga.
Siguiendo el hilo de mis anteriores escritos
sobre el tema, confieso que cada día las sigo con mayor interés y lo primero
que debo decir es que aumentan por igual unas que otras y ahora además una
intriga. Vamos por partes.
1º.-ILUSIÓN.-
Me ilusiona cuando descubro y me
sorprende el acierto y la valentía de los pasos que va dando nuestro Papa
Francisco en la renovación de la
Iglesia.
Lo resumiré citando tres frases del extenso
artículo que Joaquín García Roca ha publicado en revista IGLESIA VIVA nº 255.
En la primera de ellas se fundamenta toda
la tarea y sus preocupaciones en la persona de Jesús. Tan sencillo pero tan
esencial para nuestra religión: El Papa “no
invita a oír la voz de Dios, que anda suelto por la historia y habita en las
entrañas de la realidad, sino al Dios crucificado desvelado en la vida de
Jesús. Una espiritualidad basada en el seguimiento en Jesús, que es quién nos
acompaña y nos carga sobre sus hombros”. Muestra de esto son las primeras
palabras de su viaje a Brasil: “quiero
que los jóvenes [que] vengan a escuchar la voz de Jesús”.
Puedo
decir ya, sin miedo a equivocarme que
acierta de pleno en su misión y con ello denuncia el empeño de muchos clérigos
obsesionados en temas, que no son los del Evangelio de Jesús. El Papa mantiene
esta perspectiva orientadora en todos los terrenos en que interviene, a veces
incluso escandalizando a los sectores más conservadores.
La segunda frase del mismo Joaquín G.
Roca señala cual es el terreno de sus preferencias en el campo de batalla, que
no son otras que las del mismo Jesús. Al
Papa “no se le espera por los caminos de
la intolerancia, ni por la enemistad del mundo, ni por la sospecha permanente
de los procesos de modernización, sino por el envío a las periferias existenciales
y sociales.”
Ese despojarse de muchas
teorías, mandamientos y consignas para encontrar la esencia del cristianismo en
el campo de los pobres, porque tal como ocurre muchas veces, el bosque no deja
ver el árbol; que es Jesús de
Nazaret.
Confieso que mis
cálculos afortunadamente fueron erróneos. Dí excesivo poderío a las estructuras
del Vaticano y no es así gracias a que la Iglesia , mientras se conserve viva la fe en
Jesús, la hermandad, misericordia y la pobreza serán hegemónicas en relación
con el poder y la riqueza. Los dinamismos de la horizontalidad primarán sobre
la verticalidad, la generosidad de compartir sobre el poderío de la autoridad. El
Papa Francisco ha tomado, además la misericordia y el perdón como preferentes
medios de acción. Y desde luego prefiero que sea así.
Pues bien, con el tiempo confieso que
aumentan mis ilusiones sobre la importancia que va a tener el Papa Francisco
con su presencia en la Iglesia. Puedo sospechar ya, sin
miedo a equivocarme, que se avecina una revolución a fondo de la Iglesia.
Por
eso también comulgo con la ilusión de Joaquín G. Roca cuando dice que: “En sus
gestos, en sus formas la gente ha conectado a Francisco con Juan XXIII, el Papa
bueno cuyo significado fue dinamitado, al tiempo que se erosionaban los
dinamismos conciliares”.
Concluyo, pues, afirmando que mis preocupaciones
en buena parte van desapareciendo y lo celebro.
Lo
que me parecía imposible se va realizando.
Lo que parecía una fortaleza inexpugnable va diluyéndose fácilmente.
2º.- INCERTIDUMBRES.-
Sin embargo no puedo
olvidar los nuevos y graves peligros que acechan tanto al Papa, como a toda la Iglesia. Me refiero al DINERO con mayúsculas.
"La
corrupción no es un acto, sino un estado personal y social en el que uno se acostumbra
a vivir". Estas palabras ya las escribió el propio Papa cuando todavía era cardenal de Buenos
Aires. Y en ellas ha insistido recientemente, denunciando la gravedad de su
culpa por las consecuencias sobre los más débiles.
Ante ese enemigo, un monstruo sin cabeza, que es el gran
capital, no se ha andado con remilgos.
Su valor me aterroriza. No es un cuento de miedo,
sino una realidad la actuación de las mafias. Ante ese enemigo desconocido
todos somos muy débiles, el Papa incluido. Si estorba a sus intereses pueden
eliminarlo. ¿Cómo? Es un teólogo quién avisa también del peligro:
“Francisco “necesita ser ayudado, porque temo que esté ocurriendo algo parecido a lo que cuenta el capítulo 3 de san Marcos cuando, tras una curación de Jesús, se juntaron fariseos y herodianos (enemigos irreconciliables) ‘para discurrir cómo perderlo”. Reconoce que “no sé si los que se juntan son la CIA, la KGB, Alkeda, la Curia romana o Wall Street. No creo probable que esta vez lo maten porque se ha sabido rodear de una muralla humana muy fuerte y sería el descrédito total de los asesinos. Pero buscarán otros modos de quitarlo de en medio”.
3º.-
EL ENIGMA.-
Estos
días hasta la prensa anda informando con profusión del enigma de la relación
del Papa con la Jerarquía
española. Valga como ejemplo este párrafo del diario El País hace unos días.
“Consciente de que su Iglesia en España sufre una profunda crisis, incluso un cisma, Francisco se está tomando más tiempo del previsto en un principio para abordar los nombramientos que le corresponden a él, y para sugerir los cambios que cree necesarios y que sabe que se producirán si los reclama.”
Su silencio respecto a la actuación de la Jerarquía Española
en la solemne Canonización de los Mártires de la Guerra Civil , también es un
enigma para muchos.
Me
causa verdadero estupor, por ejemplo, la sospechosa ausencia de la Jerarquía Española
en la manifestación antiaborto del domingo pasado en contraste con la presencia
ostentosa, cuando ocupaba las cabeceras de las anteriores.
Por cierto que es
bien curioso que en esta última manifestación el único símbolo religioso fuera
un crucifijo de madera y que llevaban las del movimiento Femen en la cintura de
sus cuerpos desnudos. Según se ha podido percibir en algunas fotografías de la
prensa.
No estoy seguro del significado que le
quisieron dar, pero no creo que fuera una profanación, ya que, por poco que
conozcan a Jesucristo, saben que en los Evangelios ha quedado constancia de la
defensa que hizo de las mujeres en sus debilidades e incluso en sus pecados.
Parece que la Exhortación de Francisco, La Alegría del Evangelio, suena a golpe de timón certero para que la Barca de Pedro enfile su proa hacia una definitiva coherencia evangélica en convergencia total de las aspiraciones de la Humanidad por ser real y totalmente humana y las de Jesús al ofrecernos su testimonio de humanización y su mensaje de Hermandad universal humano como Reino del Padre Celestial y exigencia de su Justicia como VERDAD que Libera y nos solidariza en el AMOR.
ResponEliminaNos toca a las personas , en tanto sujetos libres y responsables, unas por su intento de fidelidad a Jesús desde el cristianismo, otras desde su fidelidad a la Divinidad por ellas concebida y otras desde su opción agnóstica o atea, buscar el mayor acercamiento a la verdad de la realidad igual de todos los seres humanos y desde esa verdad, comprometernos a su verdadera y real liberación individual y globalmente considerada. Ni nos faltan bienes naturales, ni capacidades para conseguir la Humanización global de esta desquiciada humanidad, victima de haber puesto rumbo hacia el poder
mediante la razón de la fuerza renunciando a la fuerza de la razón. Antonio Vicedo.