Antes incluso de entrar de lleno en las batallas
electorales de los EE.UU. se hace ya presente la religión, requerida por
algunos de los candidatos y no desaparecerá hasta su final. Bueno, bien pensado
no se desvanecerá nunca.
Así ha venido ocurriendo en los mítines
y en los programas de las elecciones de los candidatos del partido Republicano
a la presidencia de los EE.UU. Basta citar las terribles frases del candidato
Santorum: -“Los derechos otorgados por Dios…O “-Satán tiene la vista puesta en
las instituciones estadounidenses”. ¡Vaya amenaza!
Lo mismo viene ocurriendo en las
elecciones de Egipto, donde dos tercios de los encuestados (66%) se declaran
partidarios de que la sharia sea
la base de la legislación egipcia. Pero, atención, solo el 17% desea su
aplicación “literal”; una amplia mayoría, el 83%, prefiere aplicar el
“espíritu” de la ley islámica con “las adaptaciones necesarias para los tiempos
actuales”.
En el caso de EE.UU. hace más de doscientos
años, cuando se presentó Thomas Jefferson a ellas ya tuvo que enfrentarse las
acusaciones de ateísmo, que le hicieron sus adversarios políticos.
Antes que nada, no estará de más resaltar la
importancia de Jefferson en la democracia de la sociedad americana y luego la
influencia en la historia de las sociedades democráticas de todo el mundo. Haré
referencia únicamente a aquellos aspectos de su personalidad que me indujeron a
escribir este artículo.
Veamos:
- Jefferson redactó el borrador de la Declaración
de Independencia (1776), con su defensa de la democracia, de la igualdad,
del derecho de los pueblos a disponer de ellos mismos y del derecho natural de
los hombres «a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad», palabras que han marcado la
historia posterior de los Estados Unidos.
- Así
mismo fue el autor de la Ley
de 1807 que prohibía la importación de los esclavos.
- Participó en la redacción de la
Constitución de los Estados Unidos, 17 de septiembre de 1787.
Por lo que se le considera uno de los Padres Fundadores de Los Estados
Unidos.
- También fue miembro del Congreso, defendiendo sin éxito la abolición de
la esclavitud.
- Y por último como embajador de Estados Unidos
en París (1785-89) aprovechó su experiencia para asesorar al primer gobierno
surgido de la Revolución
francesa (1789).
Jefferson rechazó el cristianismo
ortodoxo de su época y era
especialmente contrario a la
Iglesia Católica. Sin embargo a lo largo de su vida,
Jefferson estuvo muy interesado sobre la
teología, los estudios bíblicos, y
la moralidad de Jesucristo.
Mejor que una explicación mía será la
transcripción literal de algunas frases de una carta privada a dirigida a su gran amigo Benjamin
Rush, en donde se definió a sí mismo
como "cristiano" (1803):
"Estoy
en contra de las corrupciones del cristianismo pero no contra los preceptos
originales de Jesús.
Yo mismo soy cristiano, en el
único sentido en que Jesús deseaba
que alguien fuera, siguiendo sus doctrinas”.
Jefferson elogió
la moral de Jesús hasta el punto de que estuvo estudiando durante años los evangelios
para finalmente editar una recopilación de sus enseñanzas en el libro titulado "La
vida y la moral de Jesús de
Nazaret". Libro que curiosamente se conserva aún hoy como un tesoro
en la Casa Blanca.
Jefferson era firmemente anticlerical.
Decía que en "todos los países
y siempre, los sacerdotes han sido hostiles a la libertad, y siempre en alianza con
el déspota... han pervertido con el misterio y la jerga, ininteligible, la religión más pura que
jamás predicó para toda la humanidad, y lo han hecho para sus
propósitos e intereses.”
“Ellos [el
clero] creen que cualquier parte del poder confiado a mí, se ejercerá en la
oposición a sus planes. Y creen con razón, porque he jurado ante el altar de
Dios, hostilidad eterna contra toda forma de tiranía sobre la mente del hombre.
Pero esto es todo lo que pueden temer de mí, lo cual es mucho también.”
“En algunas de las conversaciones agradables
con usted en las
noches de 1798-99, la religión cristiana era a veces nuestro tema, y yo entonces le prometí que un día u otro te daría mi punto de vista de la misma. Son el resultado de una vida de investigación y la reflexión, y muy diferente de la que el sistema anticristiano imputado a mí por aquellos que no saben nada de mis opiniones. Para las corrupciones del
cristianismo que estoy más aún,
combatiendo, pero no a los preceptos originales del mismo Jesús”
Jefferson pretendió reducir su estudio a los
cuatro evangelistas, seleccionando incluso sólo las palabras de Jesús.
Delicioso es el primer capítulo entorno a los estudios bíblicos. Y así
es como replicó a los ataques de ateo que le hicieron desde el clero. Y lo hizo
apelando al Jesús, que más suele doler en el Vaticano.
Continuó trabajando este libro durante
su estancia en la Casa Blanca en 1804, y posteriormente lo editó con el fin de
descubrir la verdadera esencia de la religión en la simple historia de la vida
de Jesús. Jefferson estaba convencido de que el auténtico mensaje de Jesús sólo
se puede encontrar mediante la investigación de los Evangelios, donde se
explica el mensaje de Jesús de absoluto amor y de servicio.
Es curioso que también a los primitivos cristianos se les culpara de ateísmo. Y González Faus en la conferencia, que
impartió recientemente en la
Universidad de Valencia, hizo una observación sobre el
Jesucristo en los Evangelios, al decir que menciona pocas veces el nombre de
Dios y éstas lo hace como Padre, con el apelativo familiar de Abba.
Considero que huelgan los comentarios. Sería suficiente releer mis
escritos desde hace años publicados en NIHIL OBSTAT, en torno a la manipulación
del nombre de Dios.
Ningún cristiano y menos la
Iglesia puede dejar nunca de revisar sus creencias a la
espléndida luz de aquel personaje singular, llamado Jesús de Nazaret.
Por lo tanto mi intención al aportar el testimonio de Thomas Jefferson,
no es para dar más credibilidad, sino para ampliar el campo y la perspectiva de
esta revisión del cristianismo.
Además ahí reside, pienso yo buena parte de la repuesta al miedo del
laicismo y al relativismo.
RAMÓN GASCÓ.
(Publicado en la edición impresa del nº 51 de NIHIL OBSTAT)
Frases de Jefferson de indudable actualidad
“Fijar la razón firmemente en su asiento, y pedimos a su
tribunal para cada hecho, cada opinión. Pregunta con audacia incluso la
existencia de un Dios, porque, se debe más aprobar el homenaje de la razón que
el miedo con los ojos vendados”
En todos los países y en todas las épocas, el sacerdote ha sido hostil a la libertad. Él está siempre en alianza con el déspota, la complicidad de sus abusos a cambio de protección a la suya
No compres nunca lo que te sea inútil bajo el pretexto de que es barato.
No son las riquezas ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo, los que proporcionan la felicidad.
No hay un rey que, teniendo fuerza suficiente, no esté siempre dispuesto a convertirse en absoluto.
Estoy a favor de un gobierno que sea vigorosamente frugal y sencillo.
No gastes tu dinero antes de ganarlo.
La vida carece de valor si no nos produce satisfacciones. Entre éstas, la más valiosa es la sociedad racional, que ilustra la mente, suaviza el temperamento, alegra el ánimo y promueve la salud.
Una opinión equivocada puede ser tolerada donde la razón es libre de combatirla.
Nunca he podido concebir cómo un ser racional podría perseguir la felicidad ejerciendo el poder sobre otros.
No puede esperarse que los hombres sean trasladados del despotismo a la libertad en un lecho de plumas.
"El fanatismo es la enfermedad de la ignorancia, de las mentes morbosas; El entusiasmo de la educación gratuita y boyante y la libre discusión son los antídotos de los dos."
Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron. THOMAS JEFFERSON. AÑO 1802.
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